El nuevo Gobierno argelino consolida el retorno del clan Bumedián

El nuevo Gobierno argelino formado por el primer ministro, Belaid Abdeselam, consolida el retorno del clan Bumedián -seguidores del que fue presidente entre 1965 y 1978- en detrimento del clan Chadli -seguidores de quien fue jefe de Estado entre 1979 y 1992-, representado por los ex ministros del Interior, general Larbi Beljeir, y el de Cultura y Comunicación, Abubark Belkaid. Se trata de dos zorros de la política que han sido sustituidos por personajes de segundo orden, escasamente rodados en las tareas de gobierno pero cómodos y disciplinados. Este es el cuarto Gobierno en un año.La eliminación de los últimos vestigios del clan Chadli, cuyo representante más significativo era el todopoderoso ministro del Interior y Colectividades Locales, consolida el liderazgo militar en solitario de otro general: Jaled Nezar, que continuará compaginando la cartera del Ministerio de Defensa con sus responsabilidades en el Alto Comité de Estado. El liderazgo de Nezar es claro y notorio, ya que es el único militar en la cúpula del poder y se ha tenido especial cuidado en colocar en la cartera de Interior un equipo de funcionarios civiles que sabrá acatar las directrices del mando castrense.

El jefe del Gobierno, Abdeselam, viejo líder del bumedianismo, -que durante más de 12 años estuvo al frente del Ministerio de Industria, ha sustituido al otro hijo del chadlismo, Abubark Belkaid, el ex ministro de Cultura y Comunicación y cuatro veces más ministro, por un joven presentador de la televisión estatal argelina: Habib Chauki Hamraui. Su nombramiento ha sido acogido por la prensa local con una sonrisa burlona en los labios. Por ejemplo: "La sorpresa [de su nombramiento] fue tan grande que el subdirector general [de la televisión] desconocía a las 17.30 que su animador fetiche se había convertido en su superior jerarquico".

El Gobierno repite en grandes líneas el esquema del equipo Gozali, hasta el punto de que el jefe del Gobierno ostentará al mismo tiempo la cartera de Economia, o que Laklidar Brahimi seguirá al frente de Exteriores, encabezando un pelotón de siete ministros que repiten Gobierno y cargo.

El nuevo Gobierno tiene una cualidad importante: hay homogeneidad y cohesión. Se ha puesto fin a los gabinetes panachés o tutti frutti, a los que estaba tan acostumbrado Sid Ahmed Gozali y con los que pretendía contentar a todo el mundo y acababa provocando las iras e ironías de la oposición. Así, se han eliminado a las mujeres, a los tránsfugas de partidos políticos y a los elementos folclóricos, supliéndolos por funcionarios y tecnócratas. Es el Gobierno que corresponde a una reestructuración y reparto de poder en Argelia, que ha concentrado todas las decisiones y posiciones trascendentes de la. política interior, exterior y del Ejército en manos del Alto Comité de Estado -la presidencia colegiada del país- en detrimento del Gobierno.

Por otra parte, seis personas han muerto ayer en los últimos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los integristas en Diar Yemaa, uno de los suburbios del este de Argel, y un comisario de policía fue asesinado anoche a tiros por unos desconocidos en Constantine.