Los últimos análisis confirman que el tumor extirpado al Papa era benigno

El resultado de los análisis definitivos practicados sobre la totalidad del gran tumor que le fue extirpado al papa Juan Pablo II el pasado miércoles confirman que éste era benigno, según indicaron ayer los médicos, a pesar de "la presencia en la zona central del adenoma de un pequeño foquito de displasia severa sin infiltraciones estromales".Esta última cita del comunicado médico quiere decir que se ha encontrado ese "pequeño foquito de células proliferantes que estaban perdiendo la característica de benignidad para asumir la de degeneración maligna, sin mostrar un comportamiento invasivo", según explicó el director de la Oficina de Prensa vaticana, Joaquín Navarro Valls.

Un médico de prestigio, Leonardi Santi, director del Instituto de Tumores de Génova, explicaba, por su parte, que el comunicado se refiere a "un carcinoma in s¡tu", llamado así porque se encuentra aislado, en el sentido de, que las células alteradas no han atravesado la membrana de los vasos sanguíneos o linfáticos ni se han infiltrado en el tejido circundante.

El Papa, al que ayer le fue retirada la sonda y que se alimentó por primera vez con líquidos, prosigue por lo demás su recuperación sin problemas, según el portavoz vaticano, aunque ayer no parecía confirmarse la previsión de que saldrá de la clínica el sábado, tras quitarle los puntos el jueves.

Uno de los primeros actos oficiales que el Pontífice ha realizado tras su operación fue el envío, ayer, de sendos mensaje de condolencia por el asesinato del magistrado Paolo Borsellino al cardenal Salvatore Pappalardo, como arzobispo de Palermo, y al presidente de la República de Italia, Oscar Luigi Scalfaro. Antes, Juan Pablo II había comentado que este asesinato era "un insulto tremendo al pueblo italiano en sus instituciones", según señalaron sus portavoces.