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Trabajar cansa

(...) Empieza a aparecer en el horizonte el fantasma de una nueva esclavitud. ( ... ) Y esta nueva esclavitud, impuesta o autoimpuesta, es el exceso de trabajo. ( ... ) En Japón, por ejemplo, se pueden trabajar incluso 600 horas anuales más que en Alemania. En este país prima el concepto de pertenencia: el trabajador pertenece a la empresa y para que rinda más se tiende a evitar lo más posible la escisión entre vida pública y vida privada.Han vencido las agudas profecías de los filósofos de principios de siglo, que advertían que el sujeto está destinado a morir porque la individualidad ha sido desplazada del individuo al sistema. ( ... ) Sobre el riesgo de exceso de trabajo se empieza a pensar en toda Europa. Incluso la CE está intentando fijar un techo máximo de 48 horas semanales (comprendidas las extraordinarias), con la garantía de por lo menos 11 horas de descanso consecutivas además de la pausa semanal. ( ... )

Si es cierto que el exceso de trabajo no beneficia al bienestar global de una sociedad, es mucho más cierto el perjuicio que causa a la salud mental del hombre. ( ... ) Un número cada vez mayor de personas se pone en manos de su psicoanalista, al que revela males oscuros. Aplastada por la frustación y por. el estrés de exceso de trabajo, la vida privada puede convertirse en el lugar de la máxima violencia.

y Renzo Redivo

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, 18 de julio

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