El alcalde cree un "incidente mínimo" que 2.000 personas le silbaran en la entrega de la antorcha

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, lamentó ayer los "incidentes mínimos" ocurridos en la noche del miércoles en la llegada de la antorcha olímpica a la plaza Mayor. Argumentó que se había tomado esa decisión de acuerdo con el COOB, para dar realce al acto y asegurar mayor seguridad. El recinto se acotó sólo para invitados, y las 2.000 personas que se queda ron fuera profirieron silbidos y abucheos contra los responsables políticos allí presentes. El PSOE ha aprovechado para jugar esta baza política mente: acusa al equipo de gobierno de "improvisación y falta de sensibilidad".

La mecha de la antorcha olímpica va a traer cola. El alcalde, ante la pitada general que soportó a su salida del acto, celebrado en un recinto cerrado de la plaza Mayor, intentó ayer quitarle importancia al incidente y lo calificó de mínimo. Durante el acto estuvo acompañado por el presidente regional, Joaquín Leguina, y su homólogo de Barcelona, Pasqual Maragall. Álvarez del Manzano matizó que el escenario preparado para la recepción de la llama olímpica se eligió de acuerdo con el Comité Olímpico "para dar realce al acto y evitar, por razones de seguridad, que hubiera personas que aprovecharan un gran espacio abierto para poder alterarlo".La versión municipal insiste en que ese espacio -que tiene un aforo de 2.000 localidades, está ubicado en la plaza Mayor y fue cercado para servir de escenario a uno de los grandes actos culturales de Madrid 92, era el gran marco adecuado para los medios informativos".

Los máximos responsables del Ayuntamiento de Madrid hacen hincapié en el esfuerzo realizado, especialmente por la Policía Municipal, y en el magnífico comportamiento del público al paso de la antorcha, pese a los enormes atascos. El alcalde recordó ayer que Madrid, "con su talante abierto y generoso, supo aceptar e impulsar la idea de unos Juegos Olímpicos españoles, que se lanzan al mundo a través de Barcelona".

El PSOE no ha desaprovechado la ocasión, aunque algunos de sus concejales también soportaron los abucheos. Los socialistas entienden que el incidente dejó patente "la improvisación y la falta de sensibilidad del alcalde y su equipo de Gobierno con los madrileños que acudieron a presenciar el acto". Álvarez del Manzano mostró su pesar , con esta crítica "artera" del grupo socialista.

No fue éste, sin embargo, el único incidente registrado alrededor del paso de la antorcha. Antes de llegar a la Comunidad, en las siete revueltas previas al puerto de Navacerrada, varias relevistas se marearon y alguna vomitó.

Un poco más tarde, ya en la bajada hacia Cercedilla, un autobús de relevistas se atascó en un túnel, informa . La solución al problema fue original: los 35 portadores, perfectamente uniformados, se apiñaron en la parte trasera del autocar para hacer contrapeso, y los amortiguadores cedieron.Por otra parte, la antorcha abandonó ayer, sobre las once de la mañana, Madrid capital, dejando a su espalda intensos atascos, aunque localizados en varias calles del centro. El itinerario de salida del fuego olímpico, que ayer duró por Madrid hora y cuarto, comenzó en la plaza Mayor.

Los problemas de tráfico se debieron no tanto a la velocidad de los portadores de la antorcha, sino a la longitud de la comitiva que la acompaña, de unos 800 metros. En su recorrido por la región, unas 8.000 personas observaron el testigo olímpico a su paso por Getafe.

En parte del trayecto aparecieron unos 200 carteles anónimos con la imagen de un Coby -la mascota del COOB- estrangulado por los aros de los Juegos Olímpicos, informa Efe.