Dos pensionistas faflecen al volcar un autobús en Huelva

"Yo iba dormida y me despertó un fuerte golpe. El autocar se llenó entonces de humo y todo fueron gritos y miedo". Así resumía una pensionista herida el accidente del autobús en que viajaba, ocurrido a las 7.15 de ayer en la autopista del Quinto Centenario, en las proximidades de San Juan del Puerto (Huelva). El siniestro ocasionó dos muertos y 26 heridos, 11 de ellos graves. De entre los heridos, cinco se debatían en la tarde de ayer entre la vida y la muerte en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital de Huelva. La causa del accidente fue un fallo humano, según la Guardia Civil.

El autocar trasladaba desde Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) a un grupo de 29 pensionistas que pensaban pasar el día realizando compras en Vila-real do Santo Antonio, localidad situada en la orilla portuguesa del Guadiana.

Los fallecidos son Nicolás Durán Valladares, de 78 años, y Fernando Gutiérrez Fernández, de 70. Entre los heridos graves hay una niña de 13 años, G. M. C., que hacía la excursión junto a sus abuelos.

El conductor del vehículo, Manuel Martínez Bolaños, de 29 años, pidió el alta voluntaria en el hospital Infanta Elena de Huelva, donde fue trasladado y se le diagnosticaron heridas leves, para regresar a Sanlúcar.

El vehículo, perteneciente a la empresa Autocares Martínez Arroyo, matriculado en Cádiz (7973-Z), partió de Sanlúcar a las 4.00, con 29 personas a bordo. El autobús se salió de la calzada por su izquierda, después de realizar un adelantamiento, y volcó a las 7.15, cuando circulaba por el kilómetro 71 de la A-49, conocida como autopista del Quinto Centenario, que une Huelva con Sevilla. "El autobús se salió solo de la vía y volcó sobre la mediana", explicó a este periódico un agente de la Guardia Civil de Tráfico.

Documentos en regla

El autocar tiene en regla todos los requisitos legales para realizar su actividad, según la Guardia Civil.

Una grúa tardó casi dos horas en poner en pie el vehículo, de color rojo, que en su exterior no presentaba grandes daños. Los heridos fueron colocados, en un primer momento, tumbados, en la mediana de la autopista, en medio de un clamor de sirenas de ambulancias.

"Ha sido cuestión de mala suerte. Pero los asientos atraparon a los viajeros e incluso actuaron como guillotina para algunos", comentó un agente.

"El autocar volcó después de un adelantamiento. Yo acompañaba a mi padre, que ha sido operado y me han dicho que está muy mal", manifestó uno de los heridos, de 47 años.