El Congreso ofrece debatir con las centrales la ley de huelga

El proyecto de ley de huelga pasó ayer su primer trámite parlamentarlo con el respaldo de 306 de los 330 diputados presentes en el Congreso. El debate sobre las enmiendas de devolución de la ley contó con la inusual asistencia de los,líderes de los grupos mayoritario y de oposición -Felipe González y José María Aznar- y llegó a dos conclusiones claras.La primera es que todos los grupos ofrecen su mediación a las fuerzas sociales para enmendar el proyecto. Y la segunda es que el proyecto va a salir adelante, pues casi todos argumentaron que hay "una gran demanda social" para que se regulen por ley los conflictos laborales.

El respaldo, en cualquier caso, no estuvo exento de críticas. Las más tajantes fueron expuestas por el portavoz de Izquierda Unida en el Congreso, Nicolás Sartorius. Al comienzo de su intervención dijo que el texto es "temerario, provocativo y recorta el derecho de huelga". Concluyó irónicamente con un "virgencita, que me quede como estoy". A su juicio, el proyecto de ley de huelga "se enmarca en la línea antisocial -de la que forma parte la ley Corcuera que viene practicando el Gobierno socialista desde hace algunos años".

Los diputados de Izquierda Unida fueron, junto a los vascos de Eusko Alkartasuna y los escindidos de EE -ambos integrados en el grupo mixto-, quienes defendieron la devolución del proyecto al Gobierno. Los representantes del PNV se abstuvieron, y todos los demás, incluido el Partido Popular, rechazaron la devolución del proyecto de ley al Gobierno y anunciaron que están abiertos a las propuestas de las fuerzas sociales de cara a presentar enmiendas parciales al texto.

El ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval, fue el primero en recordar sus fallidos intentos de negociación. "El Gobierno ha defendido la conveniencia de un amplio consenso, sin que esto signifique la aceptación de una especie de derecho de veto", dijo.

El ex ministro y diputado socialista José Barrionuevo -que defendió por parte del PSOE el proyecto de ley- recordó que "la negociación ha existido aunque no se ha llegado a un acuerdo". Tras constatar este fracaso añadió que el grupo socialista "no tiene el menor propósito de confrontación". A cambio, dijo que "están muy dispuestos a recoger propuestas y a ampliar el consenso con las fuerzas políticas, sociales y erripresarlos".

El diputado del PP Gabriel Cisneros concluyó su interven ción con una oferta de diálogo con los sindicatos. Dijo que su grupo "hablará con los agentes sociales" a la hora de presentar las enmiendas al proyecto de ley. Císneros fue además el más ar diente defensor de la "gran de manda social" que llegó a denominar "clarnor" para que "se regule el derecho de huelga". Para el PP, desde la Constitución era "imprescindible" una ley de huelga, pero "los últimos aconte cimientos convierten esta necesi dad en perentoria".

El PSOE, Convèrgencia i Unió, y el CDS también se hicieron eco -aunque con menos énfasis- de esa demanda social al recordar las múltiples veces en las que el Parlamento "ha instado" al Gobierno a que regule este derecho.Antes del debate sobre la ley del huelga, el Pleno del Congreso convalidó la concesión de un crédito extraordinario al Inem, por importe de 195.000 millones de pesetas, para cubrir el, agujero de 1990.