Justicia decide establecer un tercer juzgado de guardia para que se celebren juicios rápidos

El Ministerio de Justicia ha decidido establecer de inmediato un tercer juzgado de guardia para que se puedan celebrar juicios rápidos en Madrid, según declaró ayer Antonio Nabal, director general de relaciones de la Administración de justicia. El Gobierno cede así a las exigencias de la Junta de Jueces de Instrucción y de lo Penal, que elevó el 3 de junio al Consejo del Poder Judicial un informe en el que tildaba de "imposible e inimaginable" concluir estas causas abreviadas si antes no se dotaba a los juzgados demás medios.

La finalidad de estos juicios es que un delito flagrante (aquel en el que el autor es detenido justo en el momento de su comisión) sea juzgado en los 15 días siguientes. Este tipo de vistas son fruto de la Ley Orgánica 10 / 1992.El Gobierno pretendía que este año se celebraran juicios rápidos al menos en las tres capitales emblemáticas del 92: Barcelona (JJ OO), Sevilla (Expo 92) y Madrid (Capital Cultural). De momento, la experiencia ha resultado un fracaso en Sevilla y un éxito en Barcelona. En Madrid, en cambio, no ha resultado ni una cosa ni otra: ni siquiera se han llegado a señalar causas de este tipo.

Los jueces madrileños fueron muy claros y taxativos en su última reunión. No se opusieron a celebrarlos, pero sí advirtieron que "su voluntarismo" chocaba "con la falta de medios técnicos y humanos" existentes en los juzgados de la plaza de Castilla.

Para desarrollar juicios rápidos, dijeron, es indispensable crear un tercer juzgado de guardia, instalar un laboratorio para analizar la droga decomisada (un 80% de los delitos que llegan al juzgado de guardia tiene relación con estupefacientes) y agilizar las citaciones de testigos y encausados, entre otras reivindicaciones.

Nabal se reunirá hoy con el juez decano de Madrid, Antonio García Paredes. Le dirá que todas esas exigencias se van a solucionar de inmediato. "Lo del laboratorio, por ejemplo, se va a arreglar instalando en el propio juzgado una máquina para analizar droga", reveló Nabal, quien no cree que haya que hacer obras para instalar el tercer juzgado, "pero si es necesario se hará".

Aunque es el Consejo General del Poder Judicial el que debe elevar al Gobierno las exigencias de los jueces, en este caso concreto la intención del Ministerio de Justicia es que los juicios rápidos empiecen a funcionar ya en Madrid. "Creo que no habrá ningún problema en que el Consejo eleve esta petición ni tampoco en que Justicla la apruebe", reveló Nabal.

Esta decisión satisface una larga reivindicación de los magistrados madrileños, que llevaban años reclamando -sin éxito- la creación de un segundo juzgado de detenidos.

Nabal matizó ayer a EL PAÍS que no se trata de construir un nuevo juzgado. "Si ahora, cada día, se quedan dos de guardia (uno de detenidos y otro de diligencias), la idea es que de los 45 de instrucción que hay en Madrid se queden tres -uno más de detenidos- y vayan rotando".

Los funcionarios de este nuevo juzgado de guardia -que estará más centrado en tramitar las causas susceptibles de ser sentenciadas antes de 15 días- no trabajarían por la noche, ni descansarían al día siguiente, como ocurre con los otros dos.

Según los magistrados, el único juzgado de detenidos que existe hoy difícilmente puede preparar juicios rápidos y a la vez despachara los cerca de 100 presos que diariamente pasan por él". Este es el motivo por el que se pedía el tercer juzgado.