El ANC rechaza la oferta de De Klerk para reanudar el diálogo en Suráfrica
El Congreso Nacional Africano (ANC), formación liderada por Nelson Mandela, rechazó ayer el llamamiento efectuado por el presidente de Suráfrica, Frederik W. de Klerk, para intentar restablecer el diálogo constitucional y romper el bloqueo en que se encuentra tras la matanza de Boipatong. De Klerk dijo ayer que estaba dispuesto a encerrarse dos días enteros con el ANC para intentar reanudar el diálogo.
De Klerk dijo ayer que la retirada del Congreso Nacional Africano (ANC) de las negociaciones con el Gobierno es un recurso a la política de los ultimatos, que él lamenta y que no ve que sirva para nada. "No hay alternativa a la negociación", añadió el ministro de Asuntos Exteriores, Roelof Botha, haciéndose eco de la opinión del Gabinete.La actual crisis ha exacerbado la polarización política y el minoritario Congreso Panafricanista (PAC) ha pedido que se combata al Gobierno con las armas.
"No creo que la política de los ultimatos nos vaya a llevar muy lejos", manifestó De Klerk a su llegada a Pretoria procedente de Madrid para asistir a una reunión de crisis del Gabinete en la que se iba a abordar la ruptura de negociaciones sobre el futuro del país decidida por el ANC y diez de sus aliados.
Atmósfera quebrada
El presidente dijo sentirse decepcionado y lamentar la actitud del ANC, que va contra la atmósfera de comprensión sobre la situación del país que él ha percibido en sus viajes. "Se entienden las complejidades de nuestro problernas", señaló. "Satisfacen los logros obtenidos. En los círculos internacionales se desea que todo salga bien. Eso es lo que yo también deseo".Botha, que ha ejercido las funciones presidenciales en ausencia de De Klerk rechazó las peticiones de implicación internacional en la pacificación de los guetos negros pedida por el ANC y dijo que sólo Suráfrica debe resolver esta crisis, la peor habida en los dos años de negociaciones sobre la reforma política.
Su detonante fue la matanza de 39 personas la semana pasada en el gueto de Bolpatong, al sur de Johanesburgo, generadora de incidentes que han costado más de 130 vidas.
El Congreso de los Sindicatos Surafricanos (COSATU), ha anunciado que va a movilizar al millón de sus afiliados con el objetivo de derrocar al Gobierno.
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