Detenido un empleado de HB de San Sebastián acusado de participar en cinco asesinatos
Un grupo de presuntos colaboradores de ETA detenido la semana pasada en San Sebastián ha resultado ser algo más. Por sus declaraciones, la policía ha aclarado siete asesinatos. El grupo operaba como un núcleo clásico de información para la organización terrorista, pero uno de sus miembros, Francisco Javier Balerdi Ibarguren, empleado del grupo municipal de HB de San Sebastián, tomó parte, presuntamente, en cinco asesinatos -incluido el del gobernador militar de Guipúzcoa coronel Luis García Lozano , junto al liberado Ignacio Ormaechea Antépara.
Ignacio Ormaechea murió en en enfrentamiento con la Guardia Civil en el barrio de Morlans el pasado agosto. Funcionarios de la Comisaría General de Información y de la Brigada Provincial de Información de Guipúzcoa detuvieron los pasados días 17 y 18 a cuatro personas. Se trata de Jesús María Aranguren Olano, de 44 años; Rubén Egaña Zumeta, de 39; Salvador Andrades Pérez, de 22, y Francisco Javier Balerdi Ibarguren, de 24.Este último era un caso extraño en la estructura de ETA, ya que actuaba como un liberado pero mantenía su vida y su actividad normal como militante y empleado de HB. Los dos primeros ingresaron ayer en prisión por orden del juez; Andrades quedó en libertad provisional y Balerdi continuaba a media tarde a disposición judicial.
Aranguren ha reconocido, según la policía, haber organizado, en julio de 1985, la fuga de la prisión de Martutene de dos -miembros de ETA, José Ignacio Pikabea Burunza, detenido después en el País Vasco francés, y el escritor Joseba Sarrionaindia, que ha continuado publicando desde la clandestinidad. La fuga se realizó en dos grandes altavoces trucados por Aranguren para un recital del cantante Imanol, ajeno al -plan. El detenido ocultó tres meses en su casa a Pikabea, Sarrionaindia y a Miguel Albisu, cómplice de la fuga.
Armas de ida y vuelta
El grupo se organiza en 1989 en torno a Rubén Egaña, al que la policía considera responsable de la captación de los otros tres. Desde ese año, Balerdi está acusado de participar junto al liberado Ormaechea en cinco asesinatos perpetrados en San Sebastián. Recibía la pistola o la metralleta de Ormaechea y se la devolvía al terminar cada atentado, lo que explica que a este comando en la sombra no se le hayan ocupado armas ni explosivos.
Una de las víctimas mortales de Balerdi y Ormaechea fue Gregorio Caño, chófer del empresario Joaquín Aperribay con quien le confundieron, según la policía. El 26 de junio de 1989, el comando intentó secuestrar a dicho empresario, amigo personal del abogado Maki Esnaola, y acabó tiroteando a su empleado en la calle de Zubieta, al resistirse aquel a la agresión. El 5 de octubre siguiente, los dos terroristas asesinaron a tiros, junto al mercado de la Brecha, al policía José Álvarez Suárez, escolta de un diputado socialista.
El 13 de marzo de 1990 asesinaron a tiros en la calle de Matía, cuando paseaba con sus hijos de corta edad, al funcionario de prisiones Ángel Jesús Mota Iglesias. El 28 de julio, el grupo realizó labores de vigilancia durante el asesinato del capitán de Infantería Ignacio Urrutia Bilbao, en el paseo de los Miqueletes.
Finalmente, Balerdi y Ormaechea ametrallaron el 2 de enero de 1991 el coche del gobernador militar de Guipúzcoa, coronel García Lozano. El atentado se produjo en el paseo de los Fueros. A unos 100 metros, Aranguren trabajaba como portero de una finca urbana.
El comando realizó también tareas de vigilancia e información previas a los asesinatos del coronel retirado José Lasanta Martínez y del quiosquero Vicente López Jiménez, Tito, miembro de HB muy popular en la ciudad, al que ETA, tras quitarle la vida, acuso de ser un confidente policial. Los detenidos, siempre según la policía, suministraron datos para preparar cuatro atentados con explosivos, sin víctimas.
Un portavoz de HB de San Sebastián negó ayer que Balerdi fuera responsable de prensa de la coalición en el barrio del Gros, como afirma la policía. Dicho portavoz dijo ignorar si trabajaba para el grupo municipal. Una secretaria del grupo alegó que carecía de autoridad para confirmar o desmentir la información. Otros grupos municipales confirmaron, no obstante, que conocían a Balerdi porque realizaba trabajos para los concejales de HB, informa Aurora Intxausti.
[Una bomba de fabricación casera exploto ayer en el cajero automático de una sucursal de la Caja Vital en Vitoria, sin causar víctimas, informa Efe. Éste es el segundo atentado contra dicha entidad en este mes].
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