Los renovadores retiran su documento político para evitar un enfrentamiento con el 'aparato' del PSOE
El sector renovador del PSOE retiró anoche por sorpresa el documento que había presentado pará que sediscutiera en la primera jornada del comité federal junto al aprobado por la ejeciativa socialista. Los firmantes justificaron su actitud por el hecho de que no se trataba de un documento de "confrontación", sino "complementario" para el debate, según explicaron dos de ellos, Mercedes Aroz y Alfredo Arija. Esto provocó la crítica del vicesecretario general, Alfonso Guerra, que les reprochó haber creado unas expectativas de confrontación para después apoyar el documento oficial.
ANABEL DíEZ / LUIS R. AIZPEOLEALa retirada del texto, que se produjo a la una de esta madrugada, condicionará el debate de hoy, destinado a discutir un documento sobre la "dínamización" del partido. Los renovadores, a pesar de las críticas del sector oficial, consiguieron su objetivo, que era dejar claro, dentro y fuera de la organización, la existencia de una "sensibilidad" diférente, sobre todo en lo que concierne al funcionamiento del partido. Algunos dirigentes socialistas consideraron, no obstante, que la retirada del texto se debió también al deseo de evitar tina derrota en la votación. Al final de los debates, el presidente de la mesa, Jose Martínez Cobos, anunció que, al existir dos documentos, necesariamente había que proceder a su votación. Una de las firmantes del texto de los renovadores, Mercedes Aroz, pidió la palabra para anunciar la retirada del documento, dado que no se pretendía una "confrontación" con el texto oficial. Según fuentes del Comité Federal, un miembro del sector oficial criticó esta actitud por considerarla una "tomadura de pelo". El vicesecretario general, Alfonso Guerra, ya había formulado el mismo reproche. A su juicio, cuando los debates "son limpios y claros no deben causar inquietud en el partido. A continuación lanzó su crítica contra los renovadores, que, según él, no habían tenido esta actitud de limpieza, ya que habían organizado un revuelo con su documento para acabar diciendo que sólo se trataba de "complementar" el debate. La intención del secretario general, Felipe González, fue evitar el enfrentamiento entre los dos sectores. Para ello dejó claro que ayer se trataba sólo de debatir el plan de convergencia. El número uno socialista había advertido, con anterioridad a la retirada del texto, que tanto el documento oficial como el de los renovadores eran perfectamente válidos para engrosar "el proyecto nacional de los socialistas": la convergencia con Europa. El presidente del Gobierno pospuso para hoy, sábado, el debate sobre las cuestiones internas: A diferencia de otras reuniones del Comité Federal del PSOE, González fue el primero en pedir la palabra para centrar el debate en el análisis del documento Objetivo 97: un proyecto nacional para la convergencia con Europa. Sin embargo, no consiguió evitar las referencias a las cuestiones internas, ya que al menos dos secretarios generales, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, de Extremadura, y Carlos Sanjuán, de Andalucía, criticaron que se haya extendido la imagen de que en el PSOE unos son renovadores y otros no. El argumento de Rodríguez Ibarra es que su fede:ración y otras muchas han dado muestras de ser renovadoras y aperturistas al ganar elecciones y conseguir el apoyo de una pluralidad social.Estas intervenciones críticas se produjeron casi al final de la jornada, ya que las decenas de intervenciones anteriores circularon por el camino de la convergencia con Europa. No obstante, los intervinientes precisaron que de las cuestiones internas pensaban hablar hoy.
El documento retirado por los renovadores se extendía sobre todo por el plan de convergencia y tan sólo había una alusión final al meollo del enfrentamiento entre oficialistas y renovadores. Estos últimos apelaban al abandono de las actitudes "resistencialistas" y consideraban que, para conectar con los ciudadanos, el PSOE y sus líderes no sólo deben ser respetados en la organización, sino también en la sociedad. El ministro de Educación, Javier Solana, tuvo una intervención en la que los asistentes reconocieron en buena medida el contenido del documento renovador, que previamente había sido repartido a todos los miembros del Federal. Solana dijo que en el PSOE debe existir sólo una voz, pero basada en la "pluralidad y la complejidad".
Negociación sindical
La intervención de González fue, en primer término, un recordatorio de la labor de los socialistas durante el periodo 1982-1992, para animar después a afrontar la tercera etapa: la de converger con Europa. Según González, este proyecto, aunque "lo encabece el PSOE", es de toda la sociedad. "Vamos a intentar sumar voluntades, pero, si no se logra, debemos seguir adelante", afirmó González. A continuación el jefe del Ejecutivo dejó claro lo que ya no es posible negociar "por respeto al Parlamento". Con ello excluyó, por tanto, modificaciones, fuera del Congreso, del decreto ley que recorta las prestaciones por desempleo y la futura ley de huelga.
Todos los intervinientes apelaron a los sindicatos con el deseo de reanudar el diálogo. En una línea diferente, el representante de Izquierda Socialista, Antonio García Santesmases, defendió, por imprescindible, negociar la política económica con las centrales, y criticó, citándole expresamente, al ministro de Economía, Carlos Solchaga, al que pidió expresamente una "rectificación". Solchaga señaló que "por el afecto" que siente ante García Santesmases había escuchado con atención sus "anticuados planteamientos". Seguidamente, el ministro defendió los actuales parámetros de la política diseñada por el Gobierno para la convergencia con Europa.
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