Dan Quayle,
vicepresidente de Estados Unidos, acaba de dejar constancia ante las cámaras de televisión norteamericanas que se puede ocupar el segundo cargo más importante del país sin necesidad de saber deletrear la palabra patata. Este es el último capítulo de las meteduras de pata por las qué se ha hecho famoso el político republicano y la nueva anécdota que provoca carcajadas de un lado al otro del país. El vídeo es tan evidente que no deja lugar a la menor duda sobre los problemas de Quayle con el lenguaje. Durante una visita a una escuela de Nueva Jersey, el pasado lunes, el vicepresidente saca a un niño a la pizarra para probar sus conocimientos ortográficos utilizando como ejemplo la palabra patata (potato, en inglés). El niño escribe perfectamente "potato" en el tablero, pero el vicepresidente disiente con la cabeza y le aconseja: "Fóneticamente está bien, pero todavía tienes que arreglar algo". El niño le mira estupefacto, y dudando añade un rabo a la o y la convierte en e. "¡Ahí está, ya lo tienes!", grita emocionado Quayle mientras lee la palabra potate. El vicepresidente empieza a aplaudir y contagia la emoción del momento a todo el equipo de guardaespaldas que le acompaña palmeando. El niño parece todavía más confuso. Minutos más tarde, un reportero le explica al vicepresidente que la palabra patata se escribe en inglés potato. En ese momento, Quayle, ruborizado, gira su cabeza hacia la cámara, esboza un gesto de incredulidad y dice un escueto "no", antes de que la imagen se congele. A pesar de que el equipo de Quayle se apresuró a aclarar que el error estuvo provocado por la tarjeta que el presidente estaba utilizando para preguntar a los niños, donde la palabra aparecía escrita con e, el disparate no ha bajado de grado.Los informativos norteamericanos pasan una y otra vez la prueba filmada del desliz de Quayle y los humoristas agudizan sus bromas sobre el que acabará siendo el patrón de los comediantes por la cantidad de material que les aporta. "Y ahora les presentamos a nuestro corresponsal de deportes, alguien que sí sabe deletrear la palabra patata", dijo ayer un periodista de la televisión para dar paso al siguiente bloque informativo. El desliz de Quayle se produce cuando se encuentra en medio de una campaña de ataque contra los intelectuales norteamericanos, a quienes acusa de ser los principales responsables de la crisis de valores de Estados Unidos.-
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