Madrid y Bonn discrepan sobre el ritmo de ampliación de la CE

España y Alemania han mostrado sus discrepancias sobre el ritmo que debe seguir la ampliación de la Comunidad Europea (CE) a nuevos miembros, aunque al mismo tiempo han descartado la renegociación del Tratado de Maastricht sobre la Unión Europea tras los resultados del referéndum danés. Estas posiciones fueron recalcadas ayer por el presidente del Gobierno español, Felipe González, y por el canciller alemán, Helmut Kohl, durante un encuentro en Río de Janeiro, donde coinciden con motivo de la Cumbre de la Tierra.

Los dos jefes de Gobierno se reunieron el viernes por la noche (madrugada de ayer en España) para analizar las crisis en que se encuentra sumida la Comunidad por el síndrome danés, que no será objeto de una cumbre informal de los jefes de Gobierno de la CE presentes en Río, como deseaba González.Kohl insistió en que hay que agilizar las negociaciones con los candidatos al ingreso, empezando por Austria, Finlandia y Suecia. Pero González supeditó el acceso de nuevos miembros a la aprobación del paquete Delors II, que contempla un incremento de un tercio del presupuesto comunitario de aquí a 1997. Este paquete será discutido en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la CE que se celebrará en Lisboa los próximos días 26 y 27. El objetivo español es conseguir la creación de un fondo de cohesión, del que se beneficiarán principalmente España y Portugal.

La posición española expuesta en Río sobre este punto no es nueva. El jefe del Gobierno español dijo durante su último viaje a Bonn, a primeros de abril, que "los principios de cohesión no son renegociables ni pueden ser alterados".

En cuanto al Tratado de Maastricht, la negativa del canciller Kohl a renegociar la unión europea ha satisfecho a González. Kohl desmentía así el rumor de que Alemania está dispuesta a respaldar la propuesta del Reino Unido de añadir un apéndice al tratado para limitar los poderes de la Comisión Europea.

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