A los patriarcas no les gusta Maastricht

El patriarca vecinal es una persona de unos 50 años, con estudios básicos, que entregó su voto al Partido Comunista de España en las primeras elecciones generales y a Izquierda Unida en las últimas. Votó no a la OTAN y si le consultaran en un referéndum sobre los acuerdos de Maastricht se abstendría por falta de información o votaría que no directamente.Ése es el retrato robot de los presidentes de las asociaciones de vecinos que pertenecen a la federación regional madrileña (FRAVM). El dato se extrajo de una encuesta telefónica realizada entre las principales asociaciones de la región, 48 presidentes federados y 10 independientes.

De los presidentes vecinales federados, 23 votaron a IU en las últimas elecciones, 12 al PSOE y sólo uno al PP. Ninguno de ellos reconoció albergar aspiraciones políticas. Sin embargo, dos ex presidentes de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos -Miguel Ángel Pascual y Salvador Torrecilla- ocupan puestos políticos en la Comunidad (gerente del Instituto de la Vivienda y diputado regional de IU, respectivamente).

La mayoría le dedica unas quince horas semanales al movimiento vecinal y entre sus objetivos principales se cuentan la abolición de las chabolas, construcción de polideportivos o centros para ancianos, o ampliación del metro.

Victorias y derrotas

Del currículo de las principales asociaciones queda buena constancia en las hemerotecas municipales. No obstante, cada una de las que existe en Madrid alberga sus pequeñas victorias y derrotas.

Si se pretende realizar un trabajo concienzudo sobre el número de asociaciones que hay en Madrid, surgirá un gran problema: la Delegación del Gobierno de Madrid tiene un registro en el que es obligatorio figurar para constituir una asociación. Los listados en que figuran están actualizados sólo hasta 1989. La lista, a pesar de su desfase, sería una fuente idónea si no fuera porque están incluidas también aquellas que ya no existen.