Fracasan las conversaciones entre los eslovacos y Václav Klaus sobre la unidad de Checoslovaquia
"Nuestras posiciones en relación con el porvenir de Checoslovaquia como Estado común, de los checos y los eslovacos siguen igual de distantes que en la fase anterior de esta ronda de negociaciones; decir otra cosa sería engañar a la población", afirmó a medianoche de ayer el líder del Partido Democráticó Cívico, Václav Klaus. Las manifestaciones de Klaus se producían después de ocho horas de debates con el líder del Movimiento para una Eslovaquia Democrática (HZDS), VIadímir Meciar, que, pide un Gobierno provisional mientras se celebra un referéndum sobre el futuro de la unión.
Václav Klaus se reunió después de la medianoche con el presidente del país, Václav Havel, para darle cuenta de su encuentro con los representantes eslovacos, que se saldó con un fracaso.En una conferencia de prensa improvisada tras las deliberaciones entre los dos partidos políticos ganadores de los últimos comicios en Checoslovaquia, a la cual no asistió Meciar, Klaus, vicepresidente del actual Gobierno federal checoslovaco, declaró: "Pese a que nuestro partido intentó explicar hoy el concepto de una federación que resultase más libre que la actual, no se ha llegado a acuerdo alguno".
Según el líder de la derecha checa, era punto clave de la falta de entendimiento entre las dos representaciones el problema de la subjetividad internacional de Eslovaquia. "La formulación claramente expresada por el HZDS de que se esforzaba para que Eslovaquia como Estado independiente, fuese miembro de organizaciones como la ONU, es nueva para nosotros", dijo.
Václav Klaus anunció sin embargo que uno de los resultados de la reunión de ayer era que los representantes de los dos partidos se reunirán otra vez el domingo 14 de junio en la capital eslovaca, Bratislava.
Las vicisitudes de las conversaciones de ayer subrayaron aún más las declaraciones formuladas por el vicepresidente del Movimiento para una Eslovaquia Democrática, Michal Kovac, quien dijo que a su partido no le incumbía decidir sobre el futuro de Checoslovaquia mientras la nación eslovaca no decidiese sobre el asunto a través de un referéndum.
"Nosotros vinimos a Praga para volver a explicar nuestras posiciones al respecto; nuestro programa habla claramente del Estado común, pero será el pueblo eslovaco quien decida si seguimos como una federación, como una unión libre, o si nos dividimos", añadió.
Mientras se celebraba la reunión entre Klaus y Meciar, cientos de personas manifestaban en el centro de Praga su hastío ante las exigencia eslovacas y pedían que Meciar se vaya de una vez con su Eslovaquia independiente.
Los manifestantes, entre los que no abundaba la gente joven, se reunieron en tomo al monumento a San Wenceslao -símbolo del Estado checoslovaco y punto de concentración para celebrar las fiestas riacionales- para firmar la petición de que las tierras checas de Bohemia y Moravia permitan la marcha de los eslovacos.
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