Pakito cruzaba la frontera hispano-francesa, según el sumario del juicio contra ETA abierto en París
, El máximo dirigente de ETA en los últimos años, Francisco Múgica Garmendia, Pakito, cruzaba clandestinamente la frontera entre Francia y España. Así lo revela un documento intervenido a Jesús Arkauz Arana, Josu de Mondragón, e incorporado al sumario del juicio contra 22 presuntos cabecillas y miembros de la organización terrorista que comenzó ayer en París. La nota del aparato de mugalaris (expertos en el paso de la línea divisoria del Bidasoa) trata de justificar la imposibilidad de cumplir un encargo de Arkauz porque hay que pasar a Pakito dos veces en un mes.
Las visitas de Múgica Garmendia a España desde su exilio clandestino en Francia fueron presentadas por la policía del país vecino como un hecho comprobado, tras su detención en Bidart, el 29 de marzo. Fuentes policiales llegaron a asegurar que Pakito había cruzado la frontera el mismo domingo de su arresto por la mañana. El entonces ministro del Interior francés, Philippe Marchand, no quiso confirmar el hecho, pero, con evidente incomodidad, tampoco lo desmintió en una conferencia de prensa.El sumario que sirve de base .al mayor proceso celebrado nunca contra ETA por la Justicia de París contiene una confirmación de los viajes de Múgica Garmendia. Se trata de una carta del equipo de expertos en el paso clandestino de la frontera a Jesús Arkauz Arana, detenido el 18 de marzo de 1991 en Biarritz.
La carta está fechada un miércoles 21 y justifica la imposibilidad de realizar un paso solicitado por Arkauz para el 2 de diciembre anterior. El mugalari de turno asegura que el transporte de material que interesa a Josu de Mondragón "es irrealizable, imposible". "Te explicaré por qué", añade el documento. "Tengo previstos dos pasos para los comienzos de diciembre, los de Pakito".
Pasos prioritarios
El autor de la misiva recuerda que se ha pactado no realizar más de dos viajes al mes. "Los caminos de la frontera están muy vigilados y no disponemos de medios", asegura. "Si empezamos a realizar tres o cuatro pasos al mes, los caminos y la gente estarán quemados enseguida". Las idas y venidas de Múgica Garmendia por la raya fronteriza debían ser consideradas tan importantes como para que los especialistas en estos menesteres les dieran prioridad sobre las entregas de material para los comandos, como se deduce de la carta.La información revelada por el sumario puede ilustrar algunas de las tensiones en tomo a la colaboración hispano-francesa de los últimos años. En particular, las declaraciones de responsables de la lucha antiterrorista. El subprefecto Roger Boslé contestó en alguna ocasión a las insinuaciones españolas sobre el escaso interés de París en la captura del número uno de ETA poniendo en duda que se encontrase enÍerritorio francés.
En el juicio iniciado ayer ante la 17ª Cámara Correccional de París contra, entre otros, José Javier Zabaleta Elósegui, Baldo; Jesús Arkauz y Mikel Zarrabe, lugartenientes sucesivos de Pakito los dos primeros y responsable del aparato de fronteras el tercero, el magistrado Jean Yves Monfort insistió en el carácter terrorista y ajeno a la realidad política y social de la organización.
"No tengo nada que decir"
, Mikel Zarrabe, el hilo que llevó a la polícia francesa a desenredar la madeja de la dirección de ETA, no quiso contestar casi ninguna pregunta y negó al tribunal 9egitimidad para enjuiciar a militantes vascos". Zarrabe, acusado de ser, hasta su detención el 1 de diciembre de 1989, el encargado de los pasos clandestinos de frontera, aseguré que Francia y España "se equivocan" si esperan acabar "militarmente" con el problema.
El único de los presuntos dirigentes de ETA que declaró ayer sólo se extendió en el habitual discurso pretendidamente autojustificatorio. Según leyó en euskera, la democracia no cambió nada en España porque al rey Juan Carlos lo designó el dictador Franco, la tortura es una realidad cotidian a, y a Euskadi se le imponen la Constitución y la pertenencia a la OTAN.
El acusado, contra quien existen pruebas abrumadoras de que suministró armas a los comandos e hizo llegar a España 2.000 kilos de explosivos, se preguntó "por qué Croacia tiene derecho a la autodeterminación y a Euskalherria se le sigue negando". Prácticamente todas las preguntas fueron respondidas durante una hora con un "no tengo nada que decir", a excepción de las relativas a la pistola y a los tres rastreadores de frecuencias encontrados en casa de su compañera. Declaró que son suyos y agregó en tono sarcástico: "Aún no me explico por qué la policía me las ha robado".
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