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LA GANGRENA DEL CEMENTO

El mapa de una alarma

Entre 50.000 y 110.000 viviendas fueron construidas en Madrid con cemento aluminoso

Javier Casqueiro

El departamento municipal de Edificación Deficiente se ha puesto a funcionar para atajar el problema derivado del uso indiscriminado del cemento aluminoso, sin colaboración alguna, por el momento, de la Comunidad de Madrid. El Ministerio de Obras Públicas ya ha firmado acuerdos económicos en otras comunidades para rehabilitar las viviendas afectadas por la aluminosis: En Canarias, de 6.000 millones de pesetas; Cataluña, 12.000; Baleares, 150; Murcia, 390, y Valencia, 1.200.No sólo es el Ayuntamiento el que se queja de la inoperatividad autonómica. La directora general de la Vivienda del Ministerio de Obras Públicas, Cristina Narbona, recordó el jueves, en unas jornadas sobre este problema, que los fondos creados por el Estado (20.000 millones de pesetas) están a punto de agotarse, y ni Madrid, ni Aragón ni Andalucía, donde también se han detectado casos de aluminosis, han firmado los convenios para beneficiarse de estas dotaciones.

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El ministerio pide, primero, que se cuantifique el problema. El paso siguiente será actuar. Las inversiones se distribuirán, en las obras oficiales, en un 30% para el Estado, otro 30% para la comunidad autónoma y el resto para los propietarios. En los casos particulares, los porcentajes de ayuda serán menores: 20% el Estado y 20% la comunidad.

Ni un duro

El Ayuntamiento no pondrá un duro, como sucede en las comunidades que ya tienen experiencia con este problema, y se limitará a gestionar el dinero. Por el momento canaliza ya las primeras investigaciones.

Los responsables municipales han solicitado a los colegios de arquitectos y aparejadores de Madrid su colaboración para identificar el mayor número de casas posible en las que se empleó el cemento aluminoso. Las estimaciones municipales calculan entre 50.000 y 60.000 las viviendas levantadas en la ciudad con este material. Los técnicos de la Generalitat de Cataluña, que investigan sobre este campo desde noviembre de 1990, elevan esta cifra hasta 109.000 casos en Madrid.

Estos datos han sido elaborados a partir del volumen de la producción de cemento aluminoso registrada en esos años en España, que, entre 1950 y 1970, fue de 2.192 toneladas al año, frente a los casi dos millones que se hicieron de cemento portland. Fernando Macías, jefe de la sección municipal de Edificación Deficiente, explica que el aumento demográfico entre el año 1954 y 1963 forzó la expansión incontrolada de la ciudad en la prolongación de los ejes de la Castellana, Príncipe de Vergara, Reina Victoria y Cea Bermúdez. "En esa época, el mercado era poco fluido, y ante la escasez del cemento normal, los constructores utilizaban aluminoso o lo que fuese", señala Macías.

Los ingenieros del Instituto Técnico de Materiales y Construcciones (Intemac) entienden que hay motivos suficientes para preocuparse. Recalcan que en esos años se produjo en España, y en Madrid, "una auténtica epidemia de pequeñas fábricas de viguetas, que hacían lo que querían sin ningún control". El efecto multiplicador conduciría, según esta versión, a conclusiones más alarmantes.

Las proporciones de producción de viguetas de la empresa Sociedad Anónima de Hormigones Especiales (SAHE), que trabajó esos años con cemento aluminoso en Madrid, se estiman entre 1.000 metros y 3.000 metros diarios de viguetas. Estas piezas constructivas posibilitaban la edificación diaria de entre 700 y 2. 100 metros cuadrados, es decir, una vivienda al día o, como mucho, cada tres días.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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