Yeltsin acusa a Gorbachov de despertar el odio en su contra
El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, lanzó ayer una seria advertencia al ex presidente de la URSS Mijaíl Gorbachov, a través de una nota difundida y firmada por su secretario de prensa. Gorbachov tildó el viernes pasado al Gobierno de autoritario y sectario, y lo acusó de "despertar el odio contra él". Ante ello, según señala la declaración hecha pública ayer, "el presidente de la Federación se ve obligado a llamar la atención" de Gorbachov "sobre el peligro de hacer semejantes manifestaciones, que son intolerables".De manera un tanto críptica, la nota alude también a que Yeltsin tendrá que dar "los pasos legales necesarios" para que "el rumbo de las reformas no resulte perjudicado". En estos momentos, el ex presidente soviético es señalado en algunos medios como un futuro ocupante del banquillo en el juicio contra el partido comunista previsto para el mes próximo.
La advertencia la fundamenta el portavoz presidencial en la consideración de que las manifestaciones de Gorbachov "no pueden considerarse sino un intento de azuzar la tensión política". Define su tono como "aleccionador para con el Gobierno y el presidente", y parece fijar un límite a la libertad de expresión del anterior líder: sus palabras, precisa, "han empezado a rebasar el marco de competencia del ex presidente".
La vieja pugna entre los dos grandes líderes del reformismo ruso rebrotó hace apenas 20 días, cuando Yeltsin manifestó en Tashkent, ante la prensa internacional y los presidentes de los otros países de la Comunidad de Estados Independientes, que durante su gira por Estados Unidos Gorbachov había abogado "por un Gobierno mundial presidido por él mismo". Y aseguró que, durante la reunión que mantuvieron el 23 de diciembre, el todavía presidente le había prometido que no iba a volver a hacer política. En su entrevista del viernes pasado, Gorbachov negó que hubiera hecho tal promesa.
Esta pugna se produce cuando Yeltsin está confiando cada vez más parcelas de poder a representantes de la antigua burocracia comunista.
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