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Trasvase, una palabra tabú

La palabra trasvase está excluida del lenguaje del Plan Hidrológico Nacional. Es tabú entre los funcionarios del Ministerio de Obras Públicas, en la Comunidad de Castilla-La Mancha (y en aquellas comunidades potencialmente donantes), entre los políticos implicados en el tema del agua... Para no mencionarla se recurre siempre al término "reequilibrio", que no es otra cosa que desplazar el agua de donde es abundante hacia las zonas donde escasea.Al ministro de Obras Públicas, José Borrell, se le escapó esta semana en el Congreso de los Diputados, pero inmediatamente rectificó. "En vez de trasvase diría asignación de los recursos disponíbles en función de las demandas, desde una perspectiva de ingeniería social y no sólo ingeniería hidráulica".

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Todo porque el trasvase Tajo-Segura ha originado un pleito con la comunidad gobernada por el socialista José Bono, la de Castilla-La Mancha. Su Gobierno ha puesto una denuncia este invierno contra la dotación de un caudal de 10 hectómetros cúbicos del Tajo hacia los canales del Taibilla en Murcia, alegando que el Tajo no tenía excedentes para trasvasar.

Conflicto "absurdo"

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Para el catedrático Marcos Segura es absurdo que haya surgido este conflicto, cuando una gestión adecuada de los pantanos de Entrepeñas y Buendía hubiera permitido mantenerlos completamente llenos desde hace 15 años, según un estudio de serie que ha realizado sobre los recursos de estos embalses durante los últimos 40 años.

Marcos Segura cree que estos embalses deberían haber cedido agua para el trasvase cuando estaban a rebosar y no verterla al Tajo para desaprovecharla.

Pero el conflicto entre Castilla-La Mancha, que lucha por asentar a su población mediante el desarrollo de una agricultura intensiva, y las necesidades de zonas tan pujantes como las de Murcia y Alicante, está ahí, sin resolver y en la medida en que el Plan Hidrológico no lo haga el conflicto persistirá aquí y en otras zonas que no tengan sus necesidades resueltas. España, de momento, tiene agua más que suficiente para su nivel de desarrollo.

Rafael Martínez Campillo, diputado del CDS en el Congreso, resumió así en la Cámara la necesidad de "reequilibrar" los flujos de agua: "Hay cuencas normalmente secas que tienen abundancia de agua. Zonas normalmente receptoras podrían convertirse en dadores de agua". La ordenación hidrológica "se va a convertir", según Martínez Campillo, "en uno de los problemas políticos más serios, y todos los sabemos. No nos cabe la menor duda de que España requiere un pacto de Estado sobre el agua. De lo contrario, en Plan Hidrológico será papel mojado".

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