Accidentes sin estadística
Ayer fueron gambas y quisquillas. Otras veces son naranjas o maderas los productos que, tras voltear un camión, quedan desparramados por la M-30. Las tareas para retirar de la calzada uno de estos vehículos pesados y el contenido de sus remolques pueden durar horas. En ese tiempo, el atasco llega a ser, a menudo, monumental.
Sin embargo, los accidentes de vehículos pesados que vuelcan o colisionan en el asfalto de la M-30 no están contabilizados. No existen datos oficiales sobre el número de camiones que, tras accidentarse, quedan cruzados entorpeciendo el tráfico de esta vía rápida. Cuando no se producen ni víctimas mortales ni heridos, los siniestros de camiones no se registran en las estadísticas. Otras veces, los vehículos son retirados por grúas privadas y no pasan al parte de incidencias de la Policía Municipal.
Así, los camiones de gran tonelaje siguen circulando por la M-30, pese a que ya se ha convertido en una vía urbana más. Los accidentes de camiones registrados ayer se produjeron precisamente en zonas que aún no están dobladas por la M-40.
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