_
_
_
_

Unas 2.000 personas presenciaron el desfile de las tropas

Octavillas de huelga en las aceras, himnos militares en el aire. Unas 2.000 personas presenciaron ayer, en los alrededores de la plaza de Oriente, el breve desfile -poco más de 15 minutos- conmemorativo del Día de las Fuerzas Armadas, entre el Palacio Real y el paseo de Rosales. Hasta las doce de la mañana, la asistencia de público era baja. Predominaban los jubilados. Pedro Muga y José Adanero, empleados del transporte, miraban el reloj: tenían que incorporarse al trabajo después de haber hecho la huelga. "A lo mejor esto de los desfiles se está pasando de moda, o es que el lío de los atentados retrae a la gente", decían.

Julio Vicens madrugó. A los 67 años y a pesar del fresco, llevaba bien abierta la camisa de manga corta, tatuajes al aire. Hace más de 40 años que dejó la Legión y camina con bastón, pero la nostalgia es la nostalgia: "Estas cosas me rejuvenecen".

Más información
Sólo la lluvia amenazó el Día de las Fuerzas Armadas

Los chicos de octavo del colegio Foxo, de A Estrada (Pontevedra), estaban encantados. Hasta entonces nunca habían visto ni una huelga ni un desfile, y menos seguidos. "Estamos aprendiendo mucho", decía Tomás Bernárdez. Miraban fascinados a los geos que vigilaban entre los florones del tejado del Palacio.

A Lourdes Bonafonte y a Carlos Blanco, estudiantes sin clase, les interesaba la ceremonia. Se extrañaba de la ausencia de insumisos en busca de protesta. Tres punkies llegaron por error. "Mucho color aquí", decían despectivos antes de apretar el paso, tintineante de cadenas.

Manuel Olmedo recordaba cuando él desfiló, allá en 1942. "Hay un auténtico ejército de policía por la ciudad", comentaba. "A mí me choca que los de la fiesta de la bicicleta sí desfilen por la Castellana y los militares no", ironizaba Rafael. Poco más allá, Manuel Córcoles ponía a punto el vídeo para inmortalizar a su hijo, cadete del Aire. Siete aviones C-101 pasaban formando una bandera nacional con humo. Después comenzó el desfile: la Legión fue la más aplaudida. Los turistas -¡Qué lindo, Lidia!- apuntaban las cámaras a los 2.500 hombres que desfilaban a ritmo de Banderita: "Tú eres roja, tú eres gualda" y ayer, huelga.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_