_
_
_
_

España es uno de los países de la CE que más contaminan debido a la antigüedad de los automóviles

La edad media de los automóviles españoles es notoriamente superior a la de la CE: 8,3 años frente a 6, según la Asociación Española de la Carretera. Además, el 52% de los autobuses y autocares y el 38% de los turismos ahora en circulación tienen más de 10 años. Todo ello hace que España, con un parque automovilístico de unos 15 millones de vehículos, sea uno de los países de la CE con mayor contaminación atmosférica provocada por los medios de transporte.

Problemas como éste han sido expuestos por físicos, ingenieros e investigadores de empresas de automoción reunidos en el congreso internacional Carretera y Contaminación, celebrado esta semana en Madrid. Junto al análisis de los humos, los expertos han aportado vías para despejar tan grisáceo panorama.Un reciente estudio norteamericano indica que los vehículos fabricados antes de 1981 representan casi el 75% de las emisiones contaminantes de todos los transportes por carretera en EE UU, aunque suponen sólo un 33% de los desplazamientos.

Aniceto Zaragoza, director de la Asociación Española de las Carreteras y profesor de transportes de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid, ha estudiado el impacto medioambiental -mayor consumo de energía, mayor contaminación atmosférica y más ruidos- de la antigüedad del parque automovilístico nacional: "Con igual cilindrada, los coches actuales consumen aproximadamente un 30% menos de combustible que los fabricados en los años setenta. La renovación de los vehículos de más de 10 años implicaría una reducción de las emisiones de los turismos de un 10%, y de un 2,5% en el caso de los vehículos industriales".

Traduciendo los gases a pesetas, Zaragoza señala: "Aplicar la tecnología a los vehículos para que se reduzcan ruido y emisiones hasta las normativas más restrictivas supondría un ahorro, calculado por lo que ahora cuestan las medidas anticontaminantes, de unos 90.000 millones de pesetas".

La reglamentación de emisiones atmosféricas y acústicas nació en California; de allí se extendió a todo Estados Unidos y después llegó a Europa. Actualmente, en la CE se aplica una directiva de 1984 sobre ruidos y otra muy reciente, de 199 1, sobre emisiones. Como se ha señalado en el congreso de Madrid, la tecnología disponible para conseguir que los automóviles cumplan con los últimos límites establecidos en Bruselas pasa por la instalación de catalizadores de tres vías (dispositivos que se colocan en el sistema de escape de los vehículos) y el uso de gasolina sin plomo. Desde el 1 de enero de 1993, no se podrá matricular en España ningún turismo que no cumpla esta normativa y, por tanto, no disponga de catalizador. Sin embargo, ya está prevista una posible nueva directiva que incluya medidas para que, a partir de 1996, se limiten las emisiones de C02, el famoso gas causante del efecto invernadero y el calentamiento de la Tierra.

El reto es importante, porque los catalizadores acaban con los gases directamente perjudiciales para la salud humana, pero los transforman en nitrógeno, oxígeno, agua y -ahí el problema CO2. Juan Llorens, presidente de la Confederación Española de Automoción, lo resume así: "Las futuras normativas ya prevén limitar la cantidad de CO2 emitida, lo cual induce a pensar en que el único camino será limitar la potencia de los motores o bajar su cilindrada". Aquí entraría también el polémico impuesto ecológico, la tasa para gravar a las industrias y transportes más contaminantes que la Comisión Europea viene negociando desde esta primavera.

Creciente demanda

El problema, a nivel mundiales más complejo, ya que la mejora de la movilidad es señal de desarrollo en un país. Los estudios del Banco Mundial calculan que de aquí al año 2000 la demanda de vehículos de motor crecerá anualmente un 220% en los países en vías de desarrollo (en los países de la OCDE, un 10%). Este organismo se encuentra con una papeleta difícil de resolver: se está invirtiendo dinero en ciudades como México, Buenos Aires o Manila para mejorar la infraestructura viaria sin que haya ningún control sobre las emisiones, lo que equivale, a fin de cuentas, a promover la contaminación. El caso de la ciudad de México es especialmente revelador: por ella se mueven diariamente más de tres millones de vehículos que no cuentan con ningún dispositivo antipolución; no sólo eso, sino que los coches con más de 10 años están libres de impuestos. Ahora, el Banco Mundial se está planteando establecer algún tipo de mecanismo que condicione las ayudas a que se ponga tasa y medida a la contaminación del aire.

Hasta ahora, casi todos los avances de las empresas automovilísticas han venido marcados, más que por conciencia ecológica, por conciencia de ahorro energético desarrollada a partir de las diversas crisis petrolíferas de los años setenta.

Las investigaciones para reducir la contaminación son ahora la principal pauta en la carrera automovilística para no perder el mercado. Los alemanes están en el pelotón de cabeza. Bernd Georgi, físico en la Universidad de Hannover (Alemania) e investigador en una empresa automovilística, explicaba así la situación en el congreso: "Hay tres medidas para mejorar la calidad del aire urbano: las tecnologías de fabricación, la revisión rigurosa de los vehículos y los planes de tráfico".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_