_
_
_
_

Solchaga afirma que habrá diálogo social "pero no para reconsiderar las decisiones tomadas"

El ministro de Economía, Carlos Solchaga, afirmó ayer que habrá diálogo social después del 28-M pero advirtió que ello no representará "una reconsideración de los objetivos de¡ plan de convergencia o de las decisiones tomadas". Solchaga, que clausuró la l4ª Reunión Costa Brava en Lloret de Mar (Gerona), logró la adhesión de más de 300 empresarios por su defensa de las instituciones como marco para cambiar el país: "No es en la calle donde se resuelven los problemas". Resaltó una vez más la importancia de los objetivos de Maastricht para permanecer en el furgón de cabeza europeo y rechazó una detrás de otra las peticiones empresariales sobre tipos de interés, política industrial o fiscalidad.

Carlos Solchaga había sido recibido con mayor frialdad de lo habitual en el tradicional foro de debate organizado por el Círculo de Economía, consagrado este año a las perspectivas de convergencia y crecimiento económico en Europa. De hecho, la intervención previa del presidente del Círculo, Carles Tusquets, se convirtió en un estructurado memorial de reproches al Gobierno -y a los sindicatos- en el que no se eludieron las críticas por la ausencia de un debate profundo sobre las consecuencias de la participación de España en el proceso de unidad económica y monetaria europea que hubiera evitado la actual visión negativa de este esfuerzo. "Era absolutamente indispensable llamar la atención de la población española porque sólo de esa manera se llega a la convicción de que existe un objetivo para el conjunto de la sociedad, ambicioso y que requiere esfuerzos", se defendió el ministro. Pero Solchaga acabó arrancando la tradicional ovación de gala que suele cosechar en la Reunión Costa Brava. Su encendida defensa de las instituciones parlamentarias como único marco democrático para modificar la política del Gobierno -"No es en la calle donde se resuelven los problemas; es desde las instituciones donde se deben modificar las normas del país", afirmó en perfecta sintonía con el auditorio-; su compromiso de abrir el diálogo social sin renunciar a los objetivos del Gobierno; su disposición a desdramatizar la convocatoria de huelga y su defensa del derecho de cada ciudadano a poder trabajar o renunciar a hacerlo el próximo jueves, acabaron por otorgarle los laureles que siempre recoge en esta plaza. Y eso a pesar de sortear una detrás de otra las tradicionales peticiones del empresariado catalán: reducción de los tipos de interés y de lafortaleza de la peseta, una política industrial sectorial y no horizontal, abaratamiento de los despidos, etcétera. El ministro hizo dos salvedades: se comprometió a estudiar la fiscalidad de las sucesiones en las empresas familiares y a facilitar los trámites administrativos -sin reducir las indemnizaciones actuales- en los casos de despido por baja productividad.

El 29-M

"Después [del 28-M] ¿habrá diálogo social?", se preguntó Solchaga ante los empresarios. "Naturalmente que habrá diálogo social. Tiene que haberlo. Pero ¿habrá diálogo social que represente una reconsideración de los objetivos del programa de convergencia o de las decisiones tomadas? Eso no puede ser. Ese no es el tipo de diálogo social que se pueda establecerporque eso sería entrar en una contradicción: la imposición de los intereses de una estrategia sobre lo que parece que han sido los intereses bien definidos por los representantes de la soberanía nacional en el Parlamento de la nación". Solchaga quiso desdramatizar la convocatoria de huelga de los sindicatos: "Solamente en los dos extremos sociológicos de nuestros conciudadanos está una minoría que va a ser activa participando en la huelga y otra que va a ser activa en ejercer su derecho al trabajo durante la huelga. Y va a haber una inmensa mayoría, quizá más sabia que las otras dos, que si se lo ponen fácil va a trabajar y si se lo ponen dificil no querrá problemas"'.

El ministro destacó el papel que jugarán los medios de de comunicación a la hora de transmitir tina imagen de éxito o fracaso del 28-M, y les llamóa que tengan en cuenta que "si los sindicatos no respetan los servicios mínimos en transportes, habrán paralizado una parte importante del país, pero nadie sabrá de verdad cuánta gente quería sumarse activamente a la huelga". "Me importa tanto como la huelga las conclusiones que la sociedad, y en parte los medios de comunicación, puedan sacar el día 29 de lo que ha pasado el día 28", sefialó.

El ministro agradeció el respaldo que el día anterior le había ofrecido el presidente de. la Generalitat, Jordi Pujol, pero negó que los apoyos que recibe de Convergéncia sean superiores a los que le ofrece el propio Partido Socialista Obrero Español (PSOE). "Me conformo con que Convergéncia sea tan solidario con la política económica del Gobierno como el primero" [en referencia al PSOE], afirmó Carlos Solchaga.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_