Ruiz Miguel viene a reconquistar Madrid

Francisco Ruiz Miguel, que se quejó amargamente el año pasado, cuando reapareció, del mal trato que le otorgó su público de Madrid, asegura que más que el triunfo le importa esta tarde hacer las paces y reconquistar a esta afición. El de San Fernando (Cádiz) dice con sentido del humor que, "para variar", se ha apuntado a dos corridas duras: la de Murteira, de esta tarde, y la de Miura, que cierra la feria. El diestro cree que en pocos lugares comprendieron las razones de su vuelta a los ruedos, razón por la que le recibieron de uñas en casi todos sitios y no valoraron sus actuaciones: "Aunque donde más me dolió que sucediera fue en Madrid. Me parecia mentira esa ingratitud con el cariño mutuo que nos teníamos esta afición y yo".

Tras señalar esto indica que no quiere ni acordarse de momentos tan tristes y se niega a hablar más del asunto: "Ya sólo me interesa el futuro y ese pasa por volver a convertirme en el torero favorito de Madrid, la plaza a la que debo todo. Nunca me perdonaría cuando me retire definitivamente hacerlo sin el cariño de estos aficionados. Es mi mayor obsesión".

Una retirada a la que no pone plazo y sobre la que tampoco de quiere extenderse, aunque indica que ha aprendido la lección y que será sin que se entere nadie, "y por supuesto sin anuncios previos ni giras de despedida".

Añade que de lo que sí está seguro es de que mientras disfrute delante del toro no se producirá: "O sea, que va para rato".

Para la reconquista anunciada comenta que no dispone de otras armas, amén de su oficio y valor, que su capote, su muleta y su tizona. Unas armas que, según opina, en demasiadas ocasiones ni pueden aplicarse: "Todo luego se viene abajo si el toro sale tan soso y flojo como estamos acostumbrados últimamente. Ya te estrellas hasta con estas ganaderías duras, como la de Murteira, porque, hay que ver cómo salieron de malos en Sevilla".

Concluye señalando que por esta situación ni se atreve a medirse en Madrid con toros de ganaderías comerciales: "Aunque, no nos engañernos, tampoco me pondrían. Uno tiene una historia, de la que me enorgullezco, y ya está encasillado con lo duro, algo de lo que pocas o ninguna de las otras figuras son capaces. Al menos en eso los supero"