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FERIA DE SAN ISIDRO

Lozano tiene una cornada de pronóstico menos grave

Fernando Lozano, que entró en la enfermería por su propio pie, pese a que llevaba el muslo derecho atravesado por el pitón del sexto toro de la tarde, sufre una cornada en esa pierna de pronóstico menos grave, un puntazo en el hemitorax derecho y contusiones múltiples. Tras ser operado en la enfermería por el equipo del doctor Máximo García Padrós, ingresó en una clínica privada, donde a últimas horas de la noche permanecía bajo los efectos de la anestesia. La cornada le atravesó el muslo y tiene dos trayectorias de 15 centímetros, una hacia arriba y otra hacia abajo partiendo de la rodilla. García Padrós señaló que "es un percance fuerte pero muy limpio", por el que Lozano deberá permanecer en la clínica alrededor de una semana, salvo complicaciones que no se esperan, y tardará algo más de otra semana en poder torear.

El torero llegó a la enfermería sudoroso y pálido con la taleguilla desgarrada y en la que se veía a la perfección el orificio del pitón por el que corría la sangre. Lozano tranquilizó a las asistencias médicas y a parte de su cuadrilla: "No tengo nada, esto no es importante". Su obsesión era saber si el presidente le otogó la oreja del toro que le cogió, pregunta que lanzó nuevamente en el quirófano mientras se desvestía. En ese momento entró su subalterno Rafael Perea Boni con la oreja del toro en la mano y Fernando sonrió antes de que le sedaran para operarle.

Otro de sus subalternos, Vicente Montes, fue el primero que salió de la enfermería con noticias sobre el alcance de la cornada y diciendo que "el maestro ha estado hecho un tío, se ha jugado la vida como un jabato y se ganó una oreja de las de verdad, porque el público, muy exigente con él, se inclinó por el toro".

De la Rosa no mejora

Lozano fue ingresado en la misma clínica en la que se encuentra Ángel de la Rosa, herido en la novillada de feria del miércoles, y cuya evolución ayer no fue positiva, ya que han surgido algunas complicaciones en su pie izquierdo, en el que el novillero no tiene movilidad, lo que le ha alarmado. García Padrós, que además de operarle también en la enfermería le atiende en la clínica, manifestó anoche que este retroceso en su evolución se debe a que el pitón le rozó el nervio ciático y a eso se debe la pérdida momentánea de movilidad. El médico estima que por el momento no debe cundir la alarma, aunque añadió que estos problemas con el nervio ciático siempre son preocupantes. Los especialistas en el sistema nervioso de la clínica ya iniciaron ayer todo tipo de pruebas a de la Rosa.

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