Miles de turistas atrapados
Miles de turistas extranjeros han quedado atrapados en hoteles y pensiones situadas en el centro de Bangkok. Mientras muchos de ellos han modificado el programa y viajan al interior del país, otros permanecen en la capital evitando las calles peligrosas o preparan su partida.
La Embajada española ha recibido más de 20 llamadas de viajeros de esta nacionalidad preocupados por la situación, y se les ha aconsejado que no salgan de los hoteles. Precisamente ayer, la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores hizo pública una nota en la que recomienda a los ciudadanos que proyecten emprender viaje al país asiático que lo aplacen hasta que se normalice la situación, y se aconseja a los que ya se encuentran allí que se pongan en contacto con la representación diplomática en Bangkok y limiten al máximo sus desplazamientos por la capital.
La industria turística tailandesa, que aporta al país importantes ingresos, puede sufrir esta temporada un serio revés si la inestabilidad prosigue. Algunos de los tradicionales barrios turísticos se encuentran localizados relativamente lejos de las algaradas, pero se teme que los disturbios se extiendan en zonas todavía no controladas por los militares. El barrio de Pampong, dedicado a los masajes y la prostitución, aparecía ayer sin un alma. En 1990, 5,3 millones de extranjeros viajaron a Tailandia.
Entre carga y carga algunos soldados charlan con los turistas más curiosos, leen las últimas noticias sobre sus hazañas e incluso aceptan cigarrillos de manifestantes que les reprochan su brutalidad.
"Muchos de los soldados no están de acuerdo con las órdenes que reciben, pero no les queda más remedio que acatarlas", señalaba un joven.
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