Tarde y mal
SÓLO LA imprevisión puede explicar conflictos como los que viven actualmente los colegios públicos de enseñanza media con motivo del adelanto del horario de verano -de 9.00 a 13.30- a hoy, 18 de mayo, en el ámbito que depende del Ministerio de Educación y Ciencia, el llamado territorio MEC. La causa alegada es facilitar a los profesores tiempo suficiente para estudiar el nuevo material pedagógico previsto por la LOGSE, que entrará en vigor el próximo curso.Es lógico que la situación creada haya provocado la protesta generalizada del mundo escolar y, principalmente, de las familias y las asociaciones de padres de alumnos. No hay razón alguna, ni siquiera la necesaria actualización pedagógica de los profesores, que justifique el recorte del horario en un momento, además, académicamente tan delicado como el fin de curso. Sin duda, la formación del profesorado de acuerdo con las pautas de la LOGSE es fundamental para que su implantación tenga éxito. Pero ese objetivo debe ser compatible con el respeto al horario del alumno y a la adecuada prestación del servicio. De ahí que llame la atención que una tarea que requiere tiempo y que debería haber sido cuidadosamente planificada se pretenda ahora abordarla tarde y mal.
Pero en la -situación creada también tienen su parte de responsabilidad las otras instancias escolares -consejos, asociaciones, sindicatos...-. De alguna manera es un efecto del desentendimiento con que parecen contemplar todo lo que se relaciona con la entrada en vigor de la LOGSE. La preparación del profesorado para ese importante reto hubiera debido centrar desde hace tiempo la atención de la comunidad escolar, sin perjudicar -directa o indirectamente- a alumnos y familiares. Se habría evitado así la intervención del ministerio, y padres, profesores y estudiantes no estarían pendientes de otra cosa que de evaluaciones y de exámenes. Es decir, de los afanes propios de fin de curso.
