La mancha de aceite
En la primera página de EL PAÍS del 2 de mayo aparece un artículo de Antonio Caño sobre lo sucedido en Los Ángeles, y que, entre otras cosas, dice textualmente: "... Lo que se presencia en la ciudad no es una manifestación de protesta por un abuso judicial, sino un fenómeno de histeria colectiva que se extiende como mancha de aceite por todo el país y que ha obligado al presidente George Bush a movilizar 4.000 soldados de Infantería".
Cuando lo leí me sugirió varias cosas:
Una, Antonio Caño es blanco; dos, si es negro, no vive en ningún suburbio de las ciudades de EE UU, y tres, si reside en un suburbio, no sale a la calle y escribe lo que le cuentan en cualquier canal de la televisión americana.
Si bien es cierto que lo que pasó en Los Ángeles no es el resultado de un abuso judicial, sino que más bien es el resultado de miles de abusos judiciales, policiales, laborales, sociales y de todas las formas de poder contra los no american-way; en cambio no puede calificarse de histeria (def: síntomas objetivos importantes sin lesión orgánica que lo justifique...) a la actitud ejercida por un colectivo lleno de lesiones orgánicas, de las cuales sólo una ha llegado filmada a nuestros frágiles corazones. Por último, hablar de que "ha obligado" al presidente a enviar al Ejército, cuando todos sabemos que el señor Bush no necesita mucha presión para sentirse obligado a enviar sus tropas.
Lo que causa realmente sorpresa de estos acontecimientos en forma de mancha de aceite es que se extiendan solamente una vez cada 10 años en un país donde la marginación brutal es díaria.-
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