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El obispo católico irlandés Casey reconoce su paternidad y haber empleado fondos de la Iglesia

Enric González

El ex obispo de Galway (Irlanda) Eamonn Casey reconoció públicamente su paternidad el lunes por la noche y admitió haber utilizado fondos de la Iglesia católica para la manutención de su familia secreta. El dinero malversado fue devuelto el viernes pasado, horas después de su dimisión, por donantes anónimos. Casey rompió su silencio con una declaración escrita remitida al administrador provisional del episcopado de Galway.

El ex obispo admite en su confesión haber "pecado contra Dios y su Iglesia, contra el sacerdocio y contra los feligreses de GaIway y Kerry" y haber "dañado cruelmente" a su hijo. Peter y a la madre de éste, la divorciada norteamericana Annie Murphy. "Rezad por mí", terminaba la nota.El hijo del obispo, Peter Eamonn Murphy, de 17 años, dijo sentirse "feliz y orgulloso" al conocer la declaración. "No tengo palabras. Es increíble. No puedo pedir más. Está claro que admite sus errores. Lo que ahora deseo es reunirme con él. Creo que todo ha valido la pena", afirmó Peter. La madre, Annie Murphy, anunció públicamente su condición de ex alcohólica "antes de que lo averigüe la prensa", y valoró positivamente la confesión del ex obispo.

La declaración de Eamonn Casey, que comenzaba con la frase "reconozco que Peter Murphy es mi híjo", fue hecha pública por su sucesor provisional al frente de la diócesis de GaIway, James McLougblin. Casey aseguraba haber contribuido a la manutención de su hijo "desde su nacimiento" y explicaba: "Todos los pagos [a madre e hijo] procedieron de mis recursos personales, excepto el que ascendía a 70.669,20 libras irlandesas (11,5 millones de pesetas), pagado a Annie Murphy a través de su abogado, norteamericano en julio de 1990. "Dicha suma", añade Casey, "fue extraída de la cuenta corriente diocesana por orden mía".

Préstamo a terceros

"La operación", según Casey, "fue descrita como un préstamo a terceros, sin revelar a nadie la naturaleza y propósito de la transacción. Fue siempre mi intención devolver el dinero, y después de mi dimisión varios donantes lo han reintegrado con intereses a la diócesis".El administrador James McLouglilin dijo ayer que había descubierto la transacción de 70.669,20 libras en cuanto se hizo cargo de la diócesis, aunque "parecía un préstamo perfectamente legítimo". Confirmó que el dinero había sido devuelto, pero admitió sentirse "triste y sorprendido" por la malversación. Uno de los miembros del comité diocesano que supervisa las finanzas de la diócesis de GaIway, Tom Kyne, comentó que la confesión de Casey "aclara por fin las cosas".

Micliael Higgins, diputado al Parlamento por Galway, opinó que "la señora Murphy y su hijo deben sentirse aliviados, después de todo lo que han sufrido", y agregó que el misterio financiero ha quedado ahora resuelto. El alcalde de Galway, Michael. Leahy, pidió, sin embárgo, que "la administración del dinero de la Iglesia sea más cuidadosa en el futuro, para que no se repitan actuaciones de este tipo".

"Pido perdón"

En su dramática nota, Casey pedía que se respetaran su desapanción temporal y su necesidad de reflexión: "He confesado mis pecados a Dios y he pedido su perdón, igual que pido el vuestro. Oración, consejo y diálogo es lo que necesito ahora, antes de tomar decisiones definitivas y antes de dedicarme a curar las heridas que he causado, particularmente a Ann y Peter. Ya estoy en ese camino y estoy determinado a perseverar", añadía el ex obispo de Galway.

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