La industria aeronáutica militar rusa exhibe sus productos en la base de Reus

La base aérea de Reus (Tarragona) albergará a partir del jueves, y hasta el próximo domingo, la primera edición de la feria aeronáutica internacional Airex 92, que servirá de escaparate a la antigua industria militar soviética, heredada por la Federación Rusa. A pesar de celebrarse en un recinto militar, el Ministerio de Defensa se ha desmarcado de la muestra, respaldada por el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, y el ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, que forman parte de su comité de honor.

La industria militar española, agrupada en la asociación Afarmade, se ha mostrado reticente, si no beligerante, con la feria aeronaútica de Reus, por considerarla una mera cobertura para la venta en Occidente del material sobrante de la antigua Unión Soviética. Este carácter es negado por los organizadores de la muestra, que insi sten en la presencia de numerosos aeroclubes y empresas ligadas a la aviación deportiva, aunque admiten que la representación rusa será la más importante de cuantas participen.El Instituto de Investigaciones Aeronaúticas Gromov acude a Reus con una delegación de 34 personas, encabezada por Perfilev Valentin Victorovich, consejero del vicepresidente de Rusia, Alexandre Rutskoi. El instituto estatal ruso aportará la mayor atracción de la muestra: dos aviones de combate Mig-29 Fulcrum, que por primera vez realizarán una exhibición aérea en España.

El Mig-29, incorporado al Ejército del Aire alemán tras la unificación, es el más avanzado producto de la extinta industria militar soviética, que las nuevas autoridades rusas quieren amortizar vendiéndolo a sus antiguos adversarios.

La delegación del Instituto Gromov llegará a Reus a bordo de un avión de transporte BIlyushin 76, que actuará como nodriza de los Mig-29. A gran distancia de la representación rusa estará la de la Real Fuerza Aérea, (RAF) del Reino Unido, que acudírá a Reus con un caza Tornado del consorcio Panavia y la del Ejército del Aire español, que estará presente con un Mirage III y un CL-215 Canadair de lucha contra incendios.

La sospecha de que la feria de Reus servirá para promocionar la venta de material militar ruso se agrava, para quienes critican la muestra, por el hecho de que el director general del comité organizador de Airex, Wifredo Picó Sevil, sea también administrador único de la empresa Promociones Hispano-Soviéticas, dedicada a negocios de exportación e importación. Fuentes de la organización aseguran, sin embargo, que "no hay relación alguna entre ambos hechos" y que la única participación en la muestra de Picó a título particular será a través de la firma Promociones Biplano Soviéticas (Probiso), sin contacto con la industria militar.

Defensa ha puesto especial in- terés en desvincularse de la muestra. A finales de abril, el secretario de Estado de Defensa, José Miguel Hernández, remitió una carta a los socios de Afarmade en la que señalaba que "este ministerio no va a participar de ninguna manera en la citada exhibición aeronaútica, ya que se trata de una feria puramente privada sin ningún respaldo oficial". La carta agregaba que "el Ejército del Aire se ha limitado a ceder parte de las instalaciones de la base aérea de Reus, simplemente como prueba de su espíritu de colaboración con cualquier actividad de dicha localidad, no como apoyo a dicha feria en concreto"