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Muerte en directo

Los vídeos de violencia captados por aficionados, último escalón de la industria

Un policía que grabó su propia muerte, una mujer embarazada que saltó de un tercer piso huyendo del fuego, la persecución de un delincuente abatido finalmente por la policía... Estas son algunas de las emociones fuertes servidas por un nuevo y controvertido programa de la cadena NBC titulado I witness video. La novedad es que en este caso no se trata, como es habitual, de recreaciones de situaciones reales, sino de la realidad misma en directo, inmortalizada por grabaciones de vídeo.

Para los telespectadores norteamericanos I witness video no es por su contenido, muy diferente de los platos fuertes servidos por los informativos, que vienen utilizando, junto al material proporcionado por sus propios cámaras, el suministrado por videoaficionados. De esta procedencia eran las imágenes del accidente, el pasado febrero, de una avioneta estrellada sobre una zona habitada de Evansville, en Indiana; las más fuertes del terremoto de San Francisco y las del caso King que pusieron en pie de guerra a la ciudad de Los Ángeles. Todo ello ha dado para hablar de la revolución de estas nuevas milicias del vídeo, de su enorme potencial, pero también de sus peligros. I witness video da un paso de incalculables repercusiones, aseguran sus detractores, que no descartan la posibilidad de que cualquiera de esos 16 millones de americanos con cámara de vídeo caiga en la tentación de provocar la,violencia sólo para conseguir filmarla y después venderla."Han explotado la tragedia de mi hermano". Para Dana Hutchinson, hermana de Phillip Hutchinson, cuyo final, abatido por los disparos de la policía de Denver tras una accidentada huida en la que disparé a varias personas, fue el plato fuerte del primer episodio el pasado 23 de febrero, la cadena "ha traspasado la línea" en un programa de entretenimiento, y cree que no se debía haber emitido el vídeo sin permiso de la familia.

La grabación, de una violencia extrema, fue tomada desde un helicóptero por un cámara de una estación de televisión de Denver en 1988. Del incidente se hizo un telefilme titulado La caza, pero al parecer la emoción no fue suficiente. Ahora los espectadores han podido presenciar la caza real.

Otra de las grabaciones incluidas en el primer episodio de este polémico programa es la realizada por Darrell Lunsford, un policía de Tejas. Lunsford instaló una cámara de vídeo al lado del espejo retrovisor de su coche para, al parecer, dejar constancia de las detenciones efectuadas por él. La cámara estaba en marcha cuando tres hombres le asesinaron el pasado enero. Seguramente nunca imaginé que él no estaría para contarlo. I witness video deja constancia de ello.

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