_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un Berlioz inolvidable

Subió a la gran pasarela de grandes orquestas que exhibe el Consorcio de Madrid Capital de la Cultura Europea, con el patrocinio de la Cajamadrid, la formidable Orquesta de París, dirigida por su titular, el leningradés Semyon Bychkov, sucesor de Baremboim en 1989.El programa estaba totalmente dedicado a lo francés y abordó obras de dos grandes representantes del Grupo de los Seis -Milhaud y Poulenc- y la Sinfonía fantástica de Berlioz, el gran aldabonazo romántico de 1830, junto al Hernani, de Víctor Hugq.

No me pareció que Bychkov sienta con la necesaria exactitud ni el mundo brasileiro evocado por Darius Milhaud ni el más aseado y de tan bella escritura de Francis Poulenc, en Les biches, suite orquestal del ballet que estrenara Diaghilev y su compañía en 1923. Estamos, en suma, como dentro del espíritu de los felices veinte y el patetismo queda sustituido por la ironía y la sacralización del arte por la cotidianeidad.

Orquesta de París

Director: S. Bychkov. Obras de Poulenc, Milhaud y Berlioz. Auditorio Nacional. Madrid, 7 de mayo.

Aires de Brasil

En el caso de El buey sobre el tejado, genial amasijo de aires del Brasil, estrepitosamente vivos y coloristas, como la samba, o teñidos de melancolía sin drama, manda el ritmo y las partes melódico-líricas de esta suerte de rondó, deben insertarse en él con flexibilidad pero sin romper nunca la continuidad. Hay una grabación dirigida por el propio Milhaud que constituye una verdadera declaración de principio, un ejemplo de lo que el músico quería y, por lo mismo, una orientación segura. Más sutiles son los cinco números de la Suite de Poulenc y es dificil dar con el punto exacto entre una cierta formalidad clásica y el desenfado que anima estas frivolidades casi trascendentes.La Orquesta de París es un instrumento formidable y Bychkov cuida su sonido hasta el punto de que no se pierde la belleza ni siquiera en los puntos culminantes de intensidad. Bien se apreció en la fabulosa versión de La sinfonía fantástica, música tan de su tiempo, en el espíritu, como cargada de premoniciones, en los procedimientos. La Orquesta Sinfónica se torna en Berlioz en "otra cosa", lección que aprendieron bien Liszt, Wagner y Strauss.

Ha debido pasar mucho tiempo hasta que una formación como la Orquesta de París convierta en realidad sonora, en sugestión literaria, gestual y plástica, el arriesgado ideario de Berlioz. Porque esta centuria de solistas, hecha orquesta por André Malraux en 1967 para situar a París en el nivel de la mejor línea sinfónica europea, es capaz de los más refinados matices y del mejor equilibrio entre las partes no sólo por la labor del maestro, sino también por el constante saber escucharse unos profesores a otros.

Su poder expresivo es enorme y anteayer había momentos, como La marcha al suplicio y El aquelarre que parecía animados por un soplo goyesco. Muchas veces hemos escuchado La sinfonía fantástica, pero esta versión de Bychkov y los intrumentistas parisienses, quedará en la memoria como algo verdaderamente "fuera de serie".

Tras las ovaciones recibidas, nuestros visitantes regalaron dos propinas de La arlesiana, de Bizet. Resulta sorprendente que la presencia en Madrid de una orquesta como la de París no llegase a agotar las localidades.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_