La reina madre, en la finca de Wellington

La finca de los Molinos del Rey, la propiedad particular más extensa de la provincia de Granada y que durante muchos años fue el objetivo de las ocupaciones de los jornaleros que exigían la reforma agraria, se ha convertido durante cuatro días en el lugar de descanso de Elizabeth Angela, de 92 años, madre de Isabel II de Inglaterra.

La reina madre ha permanecido en la finca, -regalo de Fernando VII al ducado de Wellington por la ayuda prestada durante la invasión napoleónica-, desde el sábado hasta que ayer partió en un reactor de la Casa Real británica hacia Londres. La viuda de Jorge VI ha disfrutado de una jornada campestre, visitado la Alhambra y ha ofrecido un almuerzo a los Reyes de España en una mansión que los peones de Granada consideraban hasta hace poco "el otro Gibraltar".La menuda figura de la reina madre, tocada siempre con la característica pamela, levantó la expectación de todos cuantos se cruzaron con ella. La madre de Isabel II, en su primera visita a Granada, señaló a sus acompañantes, que le "ha entusiasmado" la ciudad. La finca Molinos del Rey es usada con cierta frecuencia por los duques del Wellington y por miembros de la familia real británica.

La finca está en la comarca de los Montes Orientales, la única beneficiaria en Granada del decreto de reforma agraria que, sin embargo, no afectó a la propiedad de la tierra. Unos guardeses de Íllora cuidan la finca. La enorme heredad, de unas 1.200 hectáreas, ha perdido su carácter de "territorio extranjero" para ser en lugar de vacaciones de los personajes más populares de la Casa Real de Inglaterra. El duque de Wellington, Arthur Wesley, y el embajador británico en España, Robin Fearn, recibieron el sábado a Elizabeth, cuyo avión llegó con una exactitud impresionante. La reina madre partió entonces hacia la finca de Íllora, población a poco más de 30 kilómetros en el noroeste de la capital.