El Sindicato de Madres británico, a favor de legalizar la prostitución
El Sindicato de Madres británico, con casi 300.000 mujeres afiliadas y cuya presidenta de honor es la reina Isabel II, ha decidido abrir un debate interno encaminado a respaldar la legalización de los burdeles. La dirección del sindicato cree que legalizar y reglamentar la prostitución permitiría luchar con más eficacia contra el sida y mejoraría las condiciones de vida de las prostitutas. La iniciativa ha obtenido apoyos de muy distinto signo. Tanto el obispo de Liverpool, David Sheppard, como la ex prostituta Lindi St Clair, presidenta del Partido Correctivo, han expresado su satisfacción por la actitud del Sindicato de Madres.
Margaret Duggan, portavoz del sindicato y directora de la revista Hogar y familia, explicó ayer que la organización "sigue oponiéndose a la prostitución, lo cual no impide que se preocupe por la situación de las prostitutas y por la rápida expansión del sida".
El obispo de Liverpool dijo que la campana iniciada por el sindicato, de ideología cristiana, es "un paso adelante y tiene sentido en un mundo que no es tan perfecto como todos querríamos". "No defiendo la prostitución", añadió el religioso, "pero no debemos volver la espalda a las prostitutas".
Hipocresía y fanatismo
Lindi St Clair, ex prostituta, lanzó "un hurra por el Sindicato de Madres". "Espero que su nueva posición haga ver a los fanáticos e hipócritas del Parlamento que esconder la prostitución en un entorno furtivo, estigmatizado e ilegal sólo produce enfermedad, peligro y muerte", dijo. No todo el mundo está contento; las voces de protesta e indignación no han tardado en hacerse públicas. Mary Whitehouse, activista puritana, dijo que el Sindicato de Madres y el obispo de Liverpool "quieren empujar a los jóvenes hacia la promiscuidad". "La legalización", concluye tajante Whitehouse, "favorecería el uso de los burdeles en lugar de la castidad prematrimonial y la fidelidad en el matrimonio".
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