Borís Yeltsin ofrece su colaboración a la oposición política rusa

El VI Congreso de Diputados del Pueblo ha significado una victoria política para el presidente de Rusia, Borís Yeltsin, y para el Gobierno, que está introduciendo reformas económicas radicales. Sin embargo, en su discurso de clausura, la noche del martes, Yeltsin tendió una mano a la oposición y dijo estar dispuesto a colaborar con ella. Este gesto no es gratuito, sino que demuestra la fuerza de la oposición, que en el macroparlamento logró formar una coalición fuerte y mostró que a largo plazo -los diputados tienen mandato hasta 1995- representan un serio peligro que puede hacer caer al Gobierno y cambiar la política del país.

La victoria de Yeltsin consiste en que el Gobierno, aunque estuvo contra las cuerdas, pudo resistir y no caer, lo que significa, en palabras del presidente, "que se logró mantener el curso estratégico hacia las reformas radicales". Yegor Gaidar, el primer viceprimer ministro y responsable máximo de la reforma económica, continuará con su rígida política financiera y presupuestaria, siguiendo las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Sin embargo, Yeltsin ha debido hacer concesiones. Ante todo, ha prometido nombrar a un viceprimer ministro responsable de industrias, que seguramente será Vladímir Shumeiko, actual vicepresidente del Parlamento. Algunos desean que Shumeiko -que será en el Gobierno el defensor de los intereses del complejo de la industria militar- sea también primer viceprimer ministro, es decir, que sirva de contrapeso al teórico Gaidar, mientras que otros quieren que esté subordinado a éste para que no pueda obstaculizar la reforma.

Yeltsin también cambiará a algunos de sus ministros, que serán reemplazados por gente que conoce bien el proceso productivo. Entre éstos posiblemente figurará Arkadi Volski, el presidente de la Unión de Empresarios. Otro de los posibles cambios es el ministro de Exteriores, Andréi Kózirev, quien ha sido muy criticado durante el Congreso por no defender como es debido a los rusos en las otras repúblicas de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).

Estudios independientes realizados basándose en las votaciones del Congreso muestran que 688 diputados -de un total de 1.049- son contrarios a las reformas.