Solchaga se declara "suavemente crítico" con la gestión de Attali en el BERD

El ministro de Economía, Carlos Solchaga, se unió ayer a las críticas que está recibiendo en la conferencia de gobernadores la dirección del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) que encabeza el francés Jacques Attali. Las críticas cristalizaron ya en la intervención del secretario del Tesoro de EE UU, Nicholas Brady.Solchaga propuso en su intervención ante los gobernadores una mayor coordinación del BERD con los demás organismos multilaterales -esencialmente el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial- y en rueda de prensa se confesó "suavemente crítico" con la actual línea de gestión del Banco Europeo.

Ante sus colegas de Economía o Finanzas de 40 países, Carlos Solchaga aludió a la necesidad de otorgar respaldo político y financiero a las economías en transformación de los países de Europa central y oriental para que el tránsito "al mercado sea lo más rápido y lo menos traumático". "Dicho respaldo", añadió, "debería provenir principalmente de los organismos multilaterales. Potenciar sus posibilidades es una tarea imprescindible ya que permitiría aumentar la eficiencia de los recursos canalizados hacia los países en transición, al evitar duplicaciones de esfuerzos y al permitir el pleno juego de complementariedades entre los organismos".

El ministro español propuso que el BERD establezca "una jerarquía de prioridades e incluso una cierta especialización en tareas concretas". En su opinión, el Banco Europeo debería concentrar sus esfuerzos en la transformación de las entidades de crédito y en posibilitar las reformas necesarias "para fortalecer, y en algunos casos incluso crear, los mercados financieros".

- En una rueda de prensa posterior a su intervención, Solchaga confesó que España es "suavemente crítica" con la gestión de Attali al frente del BERD, aunque admitió las dificultades de conducir una entidad todavía muy nueva -apenas lleva un año en funcionamiento operativo- en un marco de actuación muy inestable. Con todo, advirtió que el banco "está para apoyar a empresas y programas y crear un tejido empresarial, y corre el riesgo, por su propia generosidad, de no esforzarse en estos aspectos que son fundamentales y desperdigar su actividad. Debe crecer en estrecha relación con las instituciones de Bretton Woods [el FMI y el Banco Mundial]", se reafirmó.

Los reproches al presidente francés del Banco Europeo han sido prácticamente generalizados "aunque más claros entre los países que aportan fondos que en los beneficiarios, por razones obvias". El BERD dispone de un capital de 10.000 millones de ecus (más de 13 billones de pesetas), pero en su primer año de operaciones sólo ha prestado 621 millones de ecus.