Redondo coincide con Aznar en rechazar el recorte del paro mientras acusa al Gobierno de "travestismo"

Las declaraciones en contra y a favor del decreto que recorta las prestaciones por desempleo continuaron ayer desde varios frentes. El secretario general de UGT, Nicolás Redondo, acusó al Gobierno de "travestismo" político, porque, siendo socialdemócrata, "lo que hace es exacerbar las tensiones sociales". Tras una entrevista con el presidente del PP, José María Aznar, ambos coincidieron en el rechazo al decreto que recorta el desempleo. Aznar dio "por liquidada la credibilidad del Gobierno", porque practica "la falsedad y el engaño", y calificó de "intolerable" el procedimiento para la aprobación del decreto.

Tanto Aznar como Redondo descartaron que exista entre ambos "un contubernio" contra el Gobierno y situaron la entrevista de ayer en unas "relaciones de normalidad". El encuentro fue más largo (dos horas) que el mantenido anteayer por los sindicatos con dos ministros (no llegó a una hora) para tratar sobre el plan de convergencia. Su desarrollo fue más cordial, a juzgar por las declaraciones posteriores y también por los gestos graves en el caso del contacto entre los sindicatos y el Gobierno, y relajados y sonrientes, tras la entrevista de UGT con el PP.La cita entre Aznar y Redondo estaba fijada antes de la aprobación del decreto sobre el recorte del paro, pero éste fue el tema central del encuentro. Ambos dirigentes coincidieron en rechazar la medida.

Aznar calificó de "intolerable" el procedimiento utilizado -publicación en el BOE antes del debate en el Parlamento- y anunció que su partido no votará que sí en la tramitación en las Cortes del decreto.

Pedirá que la medida se debata después como proyecto de ley para dar cabida a enmiendas de la oposición -tal como ha anunciado el Gobierno- y propondrá que se aborden antes otras reformas prioritarias, como son el Inem, la formación profesional, la ley de huelga o la necesidad de una política industrial, aspectos en los que coincide con UGT. Como primera medida, el líder del PP remarcó la necesidad de hacer una auditoría de las cuentas públicas para saber su situación real, ya que "cada vez aparecen más trampas".

El secretario general de UGT, por su parte, volvió a arremeter contra el Ejecutivo. Calificó su política de "travestismo", ya que "un Gobierno socialdemócrata debería atenuar las tensiones sociales y no exacerbarlas". Resaltó las "dificultades de entendimiento" con el Gobierno, ya que éste "actúa de forma reaccionaria y autoritaria contra los trabajadores, y con una complicidad absoluta respecto de los empresarios".

La otra paradoja expresada por Redondo es la coincidencia actual de pareceres -"aunque por motivaciones distintas"- con el PP y el distanciamiento respecto del PSOE: "Lo lógico sería que nos lleváramos mejor con los partidos de izquierda que con los de derecha". En su opinión, "no deja de ser chocante que el PSOE no haya pedido reuniones similares con los sindicatos".

Redondo volvió a remarcar que los sindicatos están en plenitud de fuerzas para dar una respuesta combativa al recorte del paro, pero "hemos decidido administrar la situación actual con prudencia". Sin embargo, advirtió que no descarta la posibilidad de que se produzca "un paro espontáneo, ya que hay mucho descontento". Aznar, por su parte, señaló que cada uno debe hacer su papel, y que el de su partido es canalizar el descontento en el terreno parlamentario. Descartó el apoyo de su partido a una huelga general.

Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida en el Congreso, Nicolás Sartorius, calificó ayer de "altamente satisfactorios" los contactos de la coalición con CC OO y UGT", y anunció que la coincidencia es muy amplia y que su grupo votará en contra de la convalidación del decreto-ley de prestaciones al desempleo, al tiempo que pedirá su tramitación como proyecto de ley para poder presentar enmiendas al texto, informa Camilo Valdecantos.

Según Nicolás Sartorius, los sindicatos han mantenido una postura "extraordinariamente moderada" y no ha existido "una reacción virulenta ante lo que puede parecer una provocación del Gobierno".

El secretario general de Comisiones Obreras, Antonio Gutiérrez, dijo ayer en Bilbao que el plan de convergencia "es una venganza por no haberse alcanzado un acuerdo sobre el pacto de competitividad", informa Eva Larrauri.