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Maragall confirma que la bandera y el himno de Cataluña estarán en la inauguración de los JJ OO

El alcalde de Barcelona y presidente del comité organizador (COOB), Pasqual Maragall, y el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, intentaron zanjar ayer, mano a mano, la controversia sobre la catalanidad de los Juegos Olímpicos de 1992. Maragall confirmó que la bandera y el himno de Cataluña estarán en la inauguración de Barcelona 92, pero precisó que la senyera no desfilará en el estadio de Montjuïc "en manos de los que la han reclamado a última hora". Maragall aludía así al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y a sectores nacionalistas afines a Convergència, que han exigido en las últimas semanas una mayor catalanización de los Juegos. Samaranch rebajó sus declaraciones anteriores, en las que había secundado las demandas de Pujol, y desautorizó al Comité Olímpico Catalán (COC).

Maragall y Samaranch comparecieron ayer juntos y por sorpresa ante los medios de comunicación en una conferencia que, en principio, había sido convocada sólo para que la comisión del COI que supervisa la organización de los JJ OO diese cuenta del resultado de su última visita a Barcelona.Pocas horas antes, Maragall y Samaranch se habían reunido, a instancias del primero, con objeto de preparar una intervención pública conjunta para tratar de sepultar la polémica sobre la catalanización de los Juegos, nacida tras el éxito electoral nacionalista en los comicios del 15 de marzo. Fuentes municipales aseguraron que el Ayuntamiento había reclamado en los últimos días a Samaranch que se manifestara públicamente sobre la controversia.

El presidente del COI abrió el fuego leyendo una breve declaración oficial de apoyo al acuerdo alcanzado el martes pasado por los cuatro socios del COOB (Gobierno, Generalitat, Ayuntamiento y Comité Olímpico Español -COE-), según el cual el comité organizador reafirma la catalanidad de las ceremonias de Barcelona 92 y se declara abierto a cualquier iniciativa de mejora, siempre y cuando sea planteada en el seno del comité.

Samaranch pidió unidad en torno al proyecto olímpico, pero decliné responder a la pregunta de si su reclamación suponía que alguna de las instituciones integradas en el COOB había faltado a ese compromiso de unidad. Negó que sus declaraciones públicas del pasado 26 de marzo, en las que se mostró de acuerdo con las demandas de Pujol de una mayor catalanización de los JJ OO, pudiesen ser interpretadas como un atizador de la polémica. "Yo ya dije", se excusó, "que este asunto está en manos del COOB y del COE".

El máximo dirigente olímpico definió esta controversia como "una bola de nieve", no sin antes desautorizar contundentemente al Comité Olímpico Catalán (COC) al asegurar que la reunión que iba a apadrinar el COI, a propuesta de su vicepresidente Keba Mbaye, entre el COE y el COC está desconvocada. "Los únicos interlocutores del COI son el COOB y el COE", zanjó.

Politización olímpica

Maragall subrayó a continuación que la declaración de Samaranch cerraba "definitivamente" un debate "que nunca debió haberse abierto". El alcalde reiteró que la catalanidad de las ceremonias olímpicas está garantizada desde siempre, apuntó que el COOB está abierto a perfeccionarlas y pidió que este asunto no sea politizado.

Fue en este punto cuando Maragall confirmó que la senyera y Els segadors estarán presentes en las ceremonias de los JJ OO, "pero no en manos de los que las han reclamado a última hora", advirtió. El alcalde eludió responder con precisión a la pregunta de a quién se refería con esa frase. A quien no se refería, como el propio Maragall declaró a Onda Cero, era al líder de Esquerra Republicana, Ángel Colom. Maragall situó a Colom al margen de esta polémica y consideró legítima su posición como independentista. "Casi diría", señaló el alcalde, "que merece más respeto que otros que, desde posiciones más importantes, han frivolizado este tema". Fuentes municipales indicaron que la frase de Maragall apuntaba hacia el Gobierno de la Generalitat, Convergéncia y entidades afines.

Respecto al exceso de atletas inscritos en Barcelona 92 (véase EL PAÍS del pasado 8 de abril), el COI y el COOB acordaron ayer solicitar de nuevo a los comités olímpicos nacionales que reduzcan el número de integrantes de sus equipos. De no ser así, el COI se reservará el derecho de vetar a algunos participantes en función de la capacidad técnica de los mismos. Samaranch salió al paso de las opinión reinante en el seno del COOB que le señala a él como responsable último de este excedente. "Si soy responsable indirecto de algo", dijo, "es de que los Juegos de 1992 se celebren en Barcelona".

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