El toque de queda rige desde. anoche en Sarajevo
La presidencia de Bosnia-Herzegovina decretó anoche el estado de excepción en la capital de la república, Sarajevo, entre las ocho de la tarde y las cuatro de la madrugada. Esta medida estará en vigor mientras se sigan produciendo choques armados en la ciudad.El primer ministro de la república, el croata Jure Pelivan, presentó ayer su dimisión a la presidencia, que permanece reunida en sesión permanente desde el pasado domingo. La presidencia ha decidido apoyar la reivindicación de elecciones anticipadas que reclamaban los pacifistas congregados ante el edificio de la Asamblea bosnia y exigió a los diputados que se reúnan inmediatamente, también en sesión permanente.
Los habitantes de las principales ciudades de Bosnia-Herzegovina -Sarajevo, Jajce, Travnik, Doboj- desafiaron ayer los combates y salieron a las calles para protestar contra la guerra civil y la división étnica de su país. Alrededor de 20.000 personas se congregaron ante la Asamblea, en Sarajevo, para exigir elecciones anticipadas y la dimisión de un Gobierno prácticamente inexistente e incapaz de frenar la guerra, compuesto por los tres partidos nacionalistas: el musulmán, el serbio y el croata. Francotiradores aislados dispararon contra los manifestantes ráfagas de ametralladora desde el edificio del hotel Holiday Inn, cuartel general del Partido Democrático Serbio, causando al menos 15 heridos.
Ningún político bosnio se dirigió a los concentrados, muchos de los cuales llevaban allí más de 24 horas reunidos pidiendo el fin de la violencia y expresando su rechazo a la división étnica de la república que propugnan los líderes del Partido Democrático Serbio.
Sarajevo fue bombardeada durante la noche por artillería pesada desde las montañas circundantes. Según el general del Ejército federal Muharem Petelhagic, la intervención del Ejército perseguía separar a los grupos paramilitares enfrentados. Siete personas murieron durante la noche. El ataque al centro de Sarajevo continuó durante el día, pero ayer era imposible saber con exactitud el número de muertos y heridos habidos en Sarajevo y otros puntos de Bosnia en los que se combatía.
Desde las colinas circundantes, los ciudadanos huyen hacia el valle de Sarajevo con sus escasos enseres en bolsas de plástico y sin saber con exactitud quién ataca. La policía bosnia, que se defiende en el norte de Sarajevo, asegura que la agresión es de las tropas serbias que apuntan desde las montañas de la región de Romanija, mayoritariamente serbia.
Los oficiales de las fuerzas de la ONU fueron evacuados, junto a los pocos huéspedes del hotel Holiday Inn. Tanto el comandante de las fuerzas de paz de la ONU, el general indio Satish Nambiar, como un representante de la Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se dirigieron a la población bosnia a través de la televisión pidiendo paz. La confusión en la capital es grande. La circulación está completamente cortada y grupos paramilitares controlan las calles. La policía regular intentaba ayer, con poco éxito, desmontar las barricadas.
El Ejército federal se hizo con el control del aeropuerto y lo cerró al tráfico. Dos policías murieron en esta acción. El papel del Ejército federal es aún indefinido. El ministro de Interior de Bosnia, Alija Delimustafic, se dirigió públicamente a os generales pidiendo que defiendan a la población de los grupos paramilitares. Los militares pidieron por televisión la cooperación de la población autoproclamándose defensores le todas las etnias y asegurando que impedirán la entrada de nuevos grupos paramilitares a Sarajevo.
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