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Los socios en el COOB consideran que Pujol ha quebrado el pacto sobre la catalanidad de los JJ OO

El cambio de estrategia de presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, respecto a la presencia de los símbolos catalanes en los Juegos Olímpicos de Barcelona ha causado profundo malestar entre sus socios en el comité organizador (COOB). Aunque evitan hacer declaraciones oficiales, fuentes del Gobierno, del Ayuntamiento y de¡ Comité Olímpico Español (COE) -los tres socios de la Generalitat en el COOB- lamentan que Pujol haya quebrado el pacto sobre la utilización de la simbología catalana en Barcelona 92, sellado hace meses por todas las partes. Dichas fuentes coinciden en que Pujo¡ no habría roto el pacto si no se hubiese visto "alentado" por el propio presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch.

La ruptura del consenso sobre la presencia de los signos de identidad de Cataluña en los Juegos de Barcelona pudo haber empezado a intuirse hace tres semanas, en una entrevista a Juan Antonio Samaranch publicada el 12 de marzo en la edición de Barcelona de EL PAÍS. El máximo dirigente olímpico sorprendió entonces a propios y extraños al afirmar con rotundidad: "El autogobierno [de Cataluñal no alcanza las cotas que muchos desearíamos".No había transcurrido aún una semana cuando el líder de Esquerra Republicana (ERC), el independentista Ángel Colom, celebraba su ascenso electoral en los comicios autonómicos del 15 de marzo anunciando que su partido convocará actos de protesta durante los JJ OO si los atletas catalanes no reciben el mismo trato formal que los de las repúblicas de la ex Unión Soviética. En esa tesitura, Pujol, recién revalidada su mayoría absoluta en el Parlament, no tardó mucho en darle un nuevo aire a su discurso olímpico: el día 24 realizó unas declaraciones a Europa Press en las que reclamaba una mayor presencia de los símbolos catalanes en los JJ OO.

Y dos días después, el 26 de marzo, Samaranch dejó definitivamente atónitas a la mayoría de las instituciones representadas en el COOB. Los periodistas le habían pedido su opinión sobre las declaraciones anteriores de Pujol, y el máximo dirigente olímpico no se lo pensó dos veces antes de responder que estaba de acuerdo con los deseos del presidente de la Generalitat y que el COI haría todo lo posible en ese sentido. Pero Samaranch se cuidó de dar el salto con red, de modo que tomó la hábil precaución de trasladar públicamente al COE y al COOB la responsabilidad de adoptar cualquier decisión.

El cambio de actitud de Pujol queda reflejado en la entrevista que éste celebró el lunes con Ángel Colom. Pujol, que tenía ante sí una hoja de papel en blanco, explicó a su interlocutor: "Al principio pensaba que, en cuanto a la catalanización de los Juegos, podríamos llegar hasta aquí", y trazó una línea horizontal en la parte baja de la hoja. "Pero ahora", continuó, "creo que podemos llegar hasta aquí", dijo trazando otra línea paralela a la anterior en la mitad superior del folio.

Pujol negó ayer en Madrid que pretendiera crear un equipo olímpico. Por otro lado, no quiso comentar la información publicada ayer por este periódico según la cual Pujol impulsa la creación de un comité olímpico catalán. Fuentes del Gobierno, del COE, del Ayuntamiento y del COOB consideran que el pacto sobre la utilización del idioma y la simbología catalana está ahora en el aire. "Pujol, lo ha roto, y Samaranch le ha dejado hacerlo", dijo un dirigente socialista. "Samaranch tiene pavor a convertirse en un personaje criticado en Cataluña, y no ha sabido frenar la radicalización de un tema que ya estaba pactado", añadió.

Medios bien conocedores de la personalidad del presidente del COI señalan que éste habría llegado a la conclusión de que Cataluña camina hacia la independencia y que, ante esa perspectiva, él no estaría dispuesto a asumir el coste personal que le supondría convertirse en el freno de las reivindicaciones radicales. De ahí su interés en que sean el COE y el COOB, y no el COI, los que resuelvan el asunto.

El pacto que ahora está en cuestión se alcanzó antes del pasado fin de año en una reunión en la que participaron el alcalde de Barcelona y presidente del comité organizador, Pasqual Maragall; Javier Gómez-Navarro, secretario de Estado para el Deporte; Roberto Dorado, director de gabinete de la Presidencia del Gobierno; Josep Lluís Vilaseca, secretario general de Deportes de la Generalitat; Carlos Ferrer Salat, presidente del COE; Josep Miquel Abad, consejero delegado del COOB, y Samaranch.

Vilaseca mantuvo ayer por las mañana una tensa conversación telefónica con Gómez Navarro, que quiso conocer la nueva posición de la Administración autonómica tras la información publicada ayer por este diario.

Los términos dél acuerdo

En la reunión del año pasado se decidió que los países desfilen por orden alfabético establecido en francés, uno de los dos idiomas oficiales del COI, y precedidos por un cartel con el nombre del país escrito en cuatro idiomas: catalán, español, francés e inglés. El cartel tendría forma circular, para que ningún idioma tuviese preponderancia. También se acordó que siempre hubiese un número de banderas par -una catalana por cada española- en los mástiles de las instalaciones olímpicas, así como que el Cant de la senyera, un himno emblemático para los catalanes, se escuchase en la inauguración. Todos los presentes se declararon satisfechos con estas medidas. Vilaseca, antes de dar su aprobación, habló por teléfono, gesto que fue interpretado por los presentes como una consulta a Pujol.Aunque el tema parecía cerrado desde entonces, la polémica actual ya fue anunciada por dirigentes de la organización olímpica hace unos meses. Uno de ellos le pidió a Ferrer Salat que tomase la iniciativa y propusiese que los deportistas españoles llevasen el distintivo de sus respectivas comunidades autónomas en los uniformes. Ferrer Salat montó en cólera y se negó a aceptar el consejo. "Si lo hubiese hecho entonces", afirmó un dirigente socialista, "el conflicto ahora estaría encauzado".

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