El pasaje achaca el accidente de Granada a la tripulación

Un fenómeno conocido como viento de cizalladura -un brusco cambio en la intensidad del viento- es la causa probable del accidente del avión DC-9 que se partió en dos al aterrizar en el aeropuerto de Granada la noche del pasado lunes, según Aviaco. Los pasajeros del avión consultados, sin embargo, achacan el suceso a maniobras "violentas" y "raras" de la tripulación. Ésta pidió, sin éxito, hacerse la prueba de la alcoholemia para acallar los recelos del pasaje.

Según el director de operaciones de Aviaco, Jesús Revilla, el brusco cambio de la intensidael del viento fue la causa más probable del accidente del DC-9 Castillo de Butrón. El viento de cizalladura puede provocar que la velocidad del viento pase en pocos instantes de 14 nudos a cero. Si el avión emplea una gran potencia para oponerse al viento, se encuentra repentinamente sin resistencia y se inclina irremediablemente hacia abajo.Sin embargo, el pasajero Antonio Barragán, funcionario del Gobierno Civil de Granada, afirmó que el avión efectuó maniobras muy violentas cuando se disponía a tomar tierra: "Empezamos a bajar a la misma velocidad que había mantenido en el vuelo, y todos vimos como nos íbamos hacia el suelo sin frenar". Otro pasajero, ÁIvaro Salvador, añadió: "Sólo se que hubo maniobras muy raras antes de aterrizar". "Dimos un viraje brusquísimo a la izquierda", señaló el periodista Víctor Romero, "y caímos en picado, sin frenar". "No noté ninguna maniobra de frenado", apuntó por su parte Barragán. "No voy a contradecir a los expertos, pero nunca había visto una maniobra así".

Cuatro de los 26 heridos continuaban ingresados ayer en diversos hospitales granadinos, uno de ellos en coma. El herido más grave es Juan Román Fresneda, que ayer entró en estado de coma. Los heridos de carácter menos grave son: Manuel Anta Rodríguez, María Angustias Maldonado y Francisco Fernández Rico.

El DC-9 accidentado estaba pilotado por el comandante Jaime Mazarrosa Martín y realizaba el vuelo Madrid-Granada con 93 pasajeros y cinco tripulantes. El aeropuerto de Granada fue reabierto anoche.