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E.T.A. GOLPEA DE NUEVO EN MADRID

ETA asesina en el centro de Madrid a un joven de 26 años, hijo de un coronel en la reserva

Juan José Carrasco, Guerrero, de 26 años, hijo de un coronel de Infantería en la reserva, murió a las nueve de la mañana de ayer por la explosión de una bomba adosada a los bajos de su coche, un Citroën AX, matrícula M-3947-IP. El automóvil, que figuraba a nombre de su padre, lo había dejado aparcado horas antes a unos metros de su casa. La policía cree que el atentado, perpetrado 24 horas antes del debate sobre el estado de la nación, es obra de ETA, que ha asesinado a 18 personas en 1992.

Carrasco salió sobre las 9 de la mañana de ayer de su casa, situada en el quinto piso del número 1 de la glorieta del Puente de Segovía. Saludó al portero de la finca y se dirigió al coche que utilizaba a diario para ir a la empresa Prisma Soft, S A, donde trabajaba desde hace poco. Al ponerlo en marcha, estalló la bomba de tipo lapa, adosada con un imán bajo el asiento del conductor. La explosión arrancó las piernas al joven y le reventó el abdomen, según declaró el comandante Esteban Bracero, residiete en la misma finca que la familia Carrasco. "Pese a tener el cuerpo destrozado, el chico tra taba de levantarse y llegó a in corporarse un poco", añadió.

En el momento en que se pro dujo la explosión pasó casual mente por allí un microbús con militares, que se detuvo para tratar de auxiliar a la víctima.

Casas militares

Los vecinos del número 1 de la glorieta del Puente de Segovia pensaron que la explosión proce día del garaje de su vivienda, ha bitada en su totalidad por familias de militares. Félix Carrasco, el padre del joven, también escuchó la violenta detonación y, tras asomarse por una ventana, vio su automóvil envuelto en humo.

El vehículo solía ser utilizado por Juan José, aunque a veces también lo hacía su padre. Ayer mismo, el coronel le preguntó al muchacho si tenía pensado re gresar a su domicilio a almorzar, ya que él lo necesitaba para ir a hacer unas gestiones.

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La policía sospecha que el artefacto, compuesto por dos o tres kilos de explosivo, estalló cuando la víctima puso en marcha el Citroën. Al moverlo, activó el péndulo que cierra un circuito eléctrico que a su vez acciona el detonador de la bomba. Los mismos medios creen que un comando de información de ETA había comprobado tiempo atrás que el Citroën pertenecía al coronel Carrasco.

Medios de la lucha antiterrorista han comentado que a los etarras no les importa asesinar a un familiar, recordando la carta interceptada en enero, donde aseguran que "la vida de uno de nuestros luchadores vale cien veces más que la de un hijo de un txakurra" [policía]. El coronel Carrasco es primo carnal del general José Luis Carrasco, ex capitán general de Cataluña, y de Félix Carrasco Lanzos, que en 1983 fue investigado por su presunta relación con la preparación de la intentona golpista del 27-0, según los vecinos.

El delegado del Gobierno en Madrid, Segismundo Crespo, y el alcalde, José María Álvarez del Manzano, pidieron ayer a los militares y policías, además de otros grupos de riesgo, que dupliquen sus medidas de autoprotección y que antes de arrancar su automóvil comprueben los bajos. "Tengo las rodillas peladas de mirar bajo mi coche particular todas las mañanas y pediría que hagan lo mismo todas las personas que formen colectivos de riesgo". Crespo reconoció, como evidente, que ETA dispone al menos de una infraestructura de información en Madrid.

Las personas que viven en el mismo bloque que la familia Carrasco -entre los que hay hasta un general- reconocieron que es "muy fácil" colocar una bomba en sus coches, que suelen estacionar en las proximidades.

El funeral por Juan José Carrasco tendrá lugar a las once de la mañana de hoy en el hospital militar Gómez Ulla de Madrid.

En lo que va de año, ETA ha matado ya a 18 personas en diversas regiones y con una dispersión absoluta por todo el territorio nacional: cinco en Barcelona; seis en Madrid; dos en Vizcaya; una en Valencia; tres en Santander; y una en Murcia. En España han muerto ya 894 personas a manos de grupos terroristas, desde que ETA causó su primera víctima el 7 de junio de 1968.

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