El corazón catalán

( ... ) La acumulación de acontecimientos históricos que van desde la Expo de Sevilla ( ... ) hasta la designación de Madrid como capital cultural europea, pasando por los Juegos Olímpicos de Barcelona, colocan a España en primer plano de una Europa en la que se integrará definitivamente el 1 de enero de 1993, y de la que sólo era un apéndice marginal bajo el franquismo. ( ... ) En su gran mayoría, los electores catalanes se mantienen bajo la bandera pujolista de un nacionalismo moderado, pese al acceso de fiebre que ha recorrido España el pasado otoño. Contaminados por el virus báltico, vascos y catalanes se lanzaron ciegamente a establecer una analogía entre el futuro del Estado español y el desmoronamiento del centralismo soviético. ( ... ) El rompecabezas de naciones y regiones que componen España se siente reactivado por la unión europea. Quizá en ningún lugar más que en España se fundan tantas esperanzas en la famosa y todavía evanescente Europa de las regiones. Según el adagio "el enemigo de mi enemigo es mi amigo", los nacionalistas dirigen su mirada hacia Bruselas, encarnación del poder creciente de la CE y, por tanto, declive de las prerrogativas de Madrid. La inminencia de una Europa sin fronteras hace que todas las comunidades esperen un nueva relación con el poder central. ( ... ) España ha pasado en 15 años de ser el país más centralista de Europa a uno de los más descentralizados.

21 de marzo