Mandela invita a dialogar a los blancos racistas
ENVIADO ESPECIALNelson Mandela, presidente del Congreso Nacional Africano (ANC), invitó ayer a los blancos racistas del Partido Conservador, que perdieron estrepitosamente el referéndum del martes, a sumarse a las conversaciones para la transición hacia una democracia que no se base en criterios raciales. La respuesta, por anticipado, ya había sido negativa. Asimismo, Mandela dijo que la nueva Suráfrica de la que con tanto entusiasmo habla el presidente Frederik de Klerk aún no ha nacido, y sólo lo hará cuando haya elecciones libres, lo que no ocurrirá este año. La discrepancia marca el comienzo de una nueva fase de intensa actividad política para decidir el futuro marco constitucional. Los elementos más radicales del ANC ya han pedido la dimisión de De Klerk, mientras los racistas que propugnaban el no debaten su futuro político.
"El proceso de transformación política de Suráfrica será irrevocable sólo cuando se celebren elecciones libres según el mandato de la Constitución" que aún tiene que empezar a elaborarse, dijo Mandela en Ciudad del Cabo. El líder del ANC elogió a De Klerk por los pasos que está dando, pero señaló que es inapropiado plantar el hito del comienzo del proceso democratizador en el discurso presidencial del 2 de febrero de 1990, cuando De Klerk anunció la legalización de todos los partidos políticos. "Comenzó en julio de 1986 y lo inició el ANC", dijo. "Estuvimos cuatro años presionando al Gobierno hasta que decidió hablar con nosotros".El presidente del ANC manifestó su confianza en que la abrumadora victoria del sí aliente a De Klerk a acelerar el proceso democratizador en el que participan la mayoría de las fuerzas políticas surafricanas, a excepción de los racistas y de los radicales negros. Mandela cree que es posible que este mismo año quede constituido un Gobierno de transición encargado de supervisar las elecciones para una Cámara constituyente, algo que a De Klerk le parece precipitado.
El secretario general del ANC, Cyril Ramaphosa, calentó a miles de manifestantes que protestaban contra la elaboración de un presupuesto que consideraban insuficiente para las necesidades de los negros. Señalando al palacio presidencial de Tuyrihuys, dijo: "El que está allí no es legítimo". Ramaphosa sostiene que traspasado el umbral del referéndum hay que moverse "para asegurar que se hacen realidad las aspiraciones e ideales" de la población negra.
Eso suena amenazadoramente en oídos de los blancos que el martes votaron no a las reformas. El Partido Conservador (KP) se reunió ayer en una atmósfera de desorientación por lo aplastante de la derrota sufrida, para analizar la situación y estudiar eventuales respuestas. En el KP, que se escindió hace 10 años del Partido Nacional de De Klerk, se da por hecho que habrá fugas de quienes consideran que es mejor intervenir en el proceso de discusión de la Conferencia para la Democratización de Suráfrica (Codesa), en la que participan 19 fuerzas políticas, que seguir bramando desde fuera. Mandera y De Klerk les han apelado a ello.
Andries Treurnicht, líder del partido, ha insistido en que él no va a entrar en Codesa. "No voy a participar en ninguna negociación en la que tenga que implorar la libertad de mi pueblo [por los afrikaners] a Mandela o a cualquier otro", dice. Para Treurnicht, De Klerk es un Mijaíl Gorbachov al que se van a llevar por delante las fuerzas que ha desatado. "El voto del sí va a pagar su factura", señala. Y añade Treurnicht: "Han votado por compartir el poder y se van a encontrar con que eso significa perder el poder y no tenerlo para defender la propia libertad".
Carel Boshoff, cabeza de la Fundación para la Libertad Afrikaner (AFF), ha convocado una reunión de sus seguidores este fin de semana en Orania, una pequeña localidad en el centro del país, para discutir detalles de la creación de la república homónima sólo para afrikaners. La AFF lleva más de un año trabajando en Orania y pretende seguir comprando tierras de la desértica zona, en las que, como propiedad privada, ya se prohíbe el acceso a los negros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.