Un director cada cuatro meses
"El eclipse ha terminado", repetía insistentemente la campaña publicitaria que anunciaba la aparición de un nuevo diario en Madrid: era la vuelta de El Sol, una cabecera fundada en 1842 por Ríos Rosas, vinculado más tarde a la familia de Nicolás María de Urgoiti y al pensamiento de José Ortega y Gasset y cerrado en 1936. Hoy, apenas 22 meses después de su salida, El Sol se ha puesto.Apareció en los quioscos por primera vez el 22 de mayo de 1990 con José Antonio Martínez Soler como director y Eduardo San Martín como director adjunto, al frente de una redacción formada por 110 periodistas. El capital de salida, 1.200 millones de pesetas, lo aportaba íntegramente el grupo Anaya, presidido por el editor Germán Sánchez Ruipérez. Como consejero delegado figuraba Pedro Higuera, y como consejero editor, Pedro de Vega, catedrático de Derecho Constitucional y miembro de la Junta Electoral Central a propuesta del PSOE.
La tirada diaria prevista era de 150.000 ejemplares de lunes a viernes y de 300.000 los domingos. Eran días de vacas gordas. La economía española crecía al 5% anual y la inversión publicitaria en medios de comunicación no cesaba de crecer (250.000 millones de pesetas sólo en prensa en 1989). Pero estas cifras no impedirían ni las dificultades de su gestación ni las sucesivas crisis que viviría el diario.
Crisis
En febrero de 1990, antes de su salida a la calle, el grupo Anaya adquiría el 18% y el 20% que poseían, respectivamente, el grupo Mondadori-Berlusconi y la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) en El Sol y a cambio vendía su participación del 25% en el canal privado de televisión Tele 5.El 5 de julio, Pedro Higuera era destituido de su cargo al perder la confianza de Sánchez Ruipérez, y una semana más tarde Martínez Soler dejaba su cargo por incompatibilidad con el nuevo vicepresidente de la entidad, Pedro de Vega. Eduardo San Martín pasaba a ejercer de director en funciones hasta que en agosto de 1990 Miguel Ángel Aguilar asumió la dirección. En enero de 1991, San Martín volvía a ser director en funciones, pero el baile de directivos no había hecho más que empezar.
El 12 de abril de 1991, San Martín dejaba su cargo por diferencias sobre la línea editorial del diario con sus editores y le sustituía provisionalmente José Ángel Hernández, adjunto a la presidencia de Anaya. Cuatro días más tarde era nombrado director Ignacio Alonso.
En octubre de 1991, Sánchez Ruipérez despide a Pedro de Vega y a Ignacio Alonso. Es nombrado nuevo director, también en funciones, Manuel Colomina. El sexto y último de un periódico que ha cambiado de director casi cada cuatro meses.
