La policía aplica la 'ley Corcuera' a 24 personas en Madrid en seis días

Seis días con la ley de Seguridad Ciudadana -la polémica ley Corcuera- en vigor han dado como resultado cuatro traslados de ciudadanos a comisaría por ir indocumentados y la denuncia de una veintena de consumidores de droga por llevar estupefacientes en Madrid, según fuentes policiales. En cambio, la Guardia Civil y la policía no han aplicado ni una sola vez la ley Corcuera para entrar en domicilios en los que se sospecha que actúan narco traficantes, según Interior.Las fuerzas de seguridad han estrenado ya con cierta timidez los libros-registro donde deben anotar los casos en que detengan a personas por ir indocumentadas. En la comisaría del distrito de Centro de Madrid figuran por el momento los nombres de cuatro ciudadanos trasladados a la misma "para hacer las diligencias de identificación" previstas en el artículo 20 de la ley.

La policía está aplicando con más profusión la nueva ley para denunciar a quienes llevan pequeñas cantidades de droga, según lo dispuesto en su artículo 25. Hasta ahora ya se han cursado cerca de una veintena de denuncias contra otros tantos consumidores de estupefacientes, según fuentes policiales.

Artículo poco claro

Sin embargo, policías y guardias civiles no acaban de ver claro lo establecido en el artículo 21 de la ley de Seguridad Ciudadana para entrar en domicilios sin mandamiento judicial, según reconocen muchos de ellos en privado. Los responsables de las fuerzas de seguridad señalan que "es muy arriesgado" traducir a la práctica el "conocimiento fundado ( ... ) que les lleve a la constancia de que se está cometiendo o se acaba de cometer" un delito de narcotráfico, como señala el polémico texto.Un muestreo realizado por este periódico entre las comisarías de las zonas más conflictivas de Madrid revela que la ley Corcuera no se ha aplicado ni siquiera en estos barrios, donde en gran número de chabolas se trafica con droga.

El responsable de una de estas comisarías, sin embargo, asegura que los camellos de un poblado llevan varios días sin vender heroína, tras insinuárseles que la policía puede entrar en sus infraviviendas en cualquier momento.