Convergencia i Unió, PP y Esquerra Republicana suben a expensas del CDS, IC y los socialistas

Convergéncia i Unió (CiU) mejoró ayer los resultados obtenidos hace cuatro años al incrementar su mayoría absoluta (71 escaños cuando se había recontado el 92,3% de los votos; 69 en 1.988). El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) había sufrido un retroceso (39 escaños; 42 hace cuatro años) y Esquerra Republicana (ERC) confirmó con creces su tendencia al alza (11 diputados; 6 en 1988) y alcanzó el tercer puesto entre los partidos parlamentarios.Iniciativa per Catalunya -IC- (7 escaños; 9 hace cuatro años) cede el tercer puesto que hasta ahora ocupaba, y el PP (7 diputados; 6 en 1988) mejora ligeramente su posición en la nueva Cámara catalana. Como ya era previsible, el Centro Democrático y Social (CDS) desaparece del Parlament. Con estos resultados, Jordi Pujol podrá seguir gobernando en solitario otros cuatro años.

Jordi Pujol fue recibido por una parte de sus seguidores, en la sede electoral de Convergéncia, con gritos de "Pujol, president; Catalunya, independent" y "Jordi, Jordi". Pujol destacó el incremento del voto nacionalista en estas elecciones, cuando habló a sus seguidores desde el balcón. "Cada vez es más aceptado que Cataluña es una nación", añadió.

La relación entre los bloquesderecha / izquierda se mantiene igual que hace cuatro años, de acuerdo con esos resultados provisionales. En 1988, CiU, CDS y el PP sumaban 78 escaños, y el PSC, IC y ERC, 57. En esta ocasión, CiU y el PP suman también 78 escaños, y el PSC, IC y ERC, 57. Pero hay dos diferencias: los tres escaños del CDS se los reparten convergentes y populares, y ERC aumenta en detrimento de socialistas y ex comunistas. Es decir, el bloque específicamente nacionalista (CiU y ERC) pasa de 75 diputados en 1988 a 82 ahora.

Particularmente significativo es el retroceso de los socialistas, que de acuerdo con esos resultados provisionales pierde tres diputados, lo cual confirmaría los temores manifestados en medios de la dirección del PSOE. Mientras el secretario de Organización del PSC, Josep Maria Sala, ofrecía anoche una visión optimista de los resultados -anunciando que el recuento definitivo llevaría a los socialistas a recuperar un par de diputados y no descartaba que CIU se situara en el límite de la mayoría absoluta-, el alcalde de Gerona, Joaquim Nadal, se manifestaba decepcionado y declaraba que esos resultados deberían "llevar al partido a una profunda re flexión".

¿Renunciará Ralmon Obiols a presentarse de nuevo, dentro de cuatro años, como principal. candidato socialista? El primer secretario del PSC declaró hace 15 días a un rotativo de Madrid que si cosechaba esta vez un nuevo fracaso no volvería apresentarse. Esta declaración fue luego desmentida, pero venía a confirmar confidencias realizadas por él en los últimos meses

La opción Margall

En buena lógica sería el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, un político que aparece emparejado con Jordi Pujol en las encuestas de popularidad y que incluso le supera en ocasiones, quien debería recoger el testigo si Obiols lo cede. Maragall siempre ha rehuido esta cuestión, en el fondo porque es consciente de que no ha madurado el momento en que pueda enfrentarse a Pujol con alguna posibílidad de éxito. Pero los malos resultados cosechados por su partido, que trasladan a unas autonómicas el goteo de votos que sufre el PSC en las legislativas, pueden suponer una presión Irresistible sobre el alcalde de Barcelona, que dentro de cuatró años ya habrá superado su gran objetivo desde el municipio: los Juegos. Olímpicos.-El doble fracaso socialista -que CiU no repitiera mayoría absoluta y que el PSC mejorara sus resultados- se convertiría así en el catalizador que hiciera saltar el bloqueo- de liderazgo electoral que padecen los socialistas catalanes. Tampoco sería extraño que estos resultados afectaran a las relaciones del PSC con el PSOE, aunque sólo sea por pérdida de prestigio de los socialistas catalanes en general y de Obiols en par ticular en el, aparato federal socialista.

La participación, el 54,89% (el 59,22% en 1988), ha sido la más baja de las registradas jamás en Cataluña, excepto en las europeas de 1989.

Parece claro que CiU ha compensado la pérdida de voto nacionalista- radical que se ha ido a los 11 sueños independentistas" de ERC, como los definió Jordi Pujol cuando comprobó que Ángel Colom tenía un buen tirón y alertó al segmento de su electorado descontento con la moderación nacionalista que practica. CiU ha compensado el impulso de ERC con votos procedentes del CDS (que desaparece del mapa político catalán) y del partido socialista. El fenómeno del voto dual, de aquel elector que vota socialista en las legislativas o en las municipales, pero que confia en Pujol en las autonómicas -y cada vez más-, se ha confirmado de nuevo. No es descartable que ERC haya arañado también votos a Iniciativa de su electorado juvenil y nacionalista y que, al mismo tiempo, la federación constituida en torno a los ex comunistas del PSUC haya arrebatado (o recuperado) al PSC una parte de sus electores de izauierda.