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Lurraldea acusa al PSOE de impedir la solución del problema de la autovía

Las obras de la autovía con Navarra se desarrollan desde agosto pasado en Guipúzcoa según una planificación política, en virtud de la cual la construcción de los 16,8 kilómetros se inició por los dos extremos, sin tocar el tramo central objeto de polémica: el valle de Leizarán. El tiempo transcurrido obligará a las excavadoras a entrar en breve en el valle. La coordinadora Lurraldea aseguró ayer que "el gran obstáculo para solucionar el conflicto es Ramón Jáuregui [secretario general de los socialistas vascos]", y calificó de "deslegitimada" la propuesta de negociar tras una tregua.

Mientras en Navarra las máquinas nunca se han detenido, en Guipúzcoa sólo se ha trabajado en los dos extremos del trazado, sin tocar el valle. El despliegue calculado de las constructoras del consorcio Utelan Berri servía para ganar tiempo y permitir la introducción de "mejoras técnicas y ecológicas", según la resolución aprobada en noviembre en las Juntas Generales (parlamento provincial) de Guipúzcoa, en ausencia de HB.Una comisión especial quedó encargada de estudiar las propuestas y aprobarlas por consenso. La comisión, creada al tiempo que se ratificaba el proyecto oficial A2, pretendía conseguir la incorporación de HB al consenso a cambio de mejoras pero excluyendo un cambio de trazado. Desde noviembre, sin embargo, sólo se ha reunido una vez para fijar sus normas de funcionamiento.

Los intentos de incorporar a HB han discurrido por otros cauces, al intentar los partidos alcanzar un acuerdo con la coordinadora Lurraldea, animadora de la oposición a la autovía. Con la excecpción del PP, todos los partidos de Guipúzcoa han tanteado a Lurraldea, incluido el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE). Las iniciativas en busca de diálogo son esgrimidas ahora por el Partido Nacionalista Vasco como justificación para variar el trazado.

Joseba Eguibar, presidente peneuvista de Guipúzcoa, se pregunta "por qué se proponen cambios a Lurraldea, si todos los partidos están de acuerdo con la A2". Eguibar rechaza la distinción entre mejoras técnicas y cambios de trazado. "Cada uno estira los conceptos hasta donde quiere", afirma.

Los socialistas, responsables de la paternidad de la comisión técnica de las Juntas Generales, no informan de los contactos pero niegan haber propuesto razados diferentes. Eusko Alkrtasuna (EA) y Euskal Ezkera (Eue) aseguran haber aposado por un plan capaz de capar el acuerdo de Lurraldea sin cambio de trazado.

El PNV está convencido de que no basta para neutralizar la amenaza de ETA. "La autovía se va a construir, pero se trata de saber si en un escenario de paz o de guerra", alega. El proyecto Muga (frontera) garantizaría el "escenario de paz".

Acusaciones contra Jáuregui

El miedo de las firmas adjudicatarias a la amenaza terrorista está en el fondo, aunque oficialmente es negado. Eguibar aludía el viernes a "no sé que tipo de chantajes", en un intento de separar el conflicto de los tres asesinados, los heridos y los sabotajes de ETA.Lurraldea, por otra parte, dijo ayer que ha alcanzado sus objetivos, al conseguir el acuerdo del PNV para cambiar la autovía con el trazado Muga. Su portavoz, Jonan Fernández, afirmó en Guipúzcoa, tras una asamblea de la coordinadora, que "el gran obstáculo del conflicto es ahora Jáuregui".

Lurraldea considera que la responsabilidad de la oposición a Muga recae sobre el secretario general del PSE-PSOE y asegura que este proyecto es la única vía de consenso entre los partidos. La petición de Jáuregui de una tregua de ETA previa ha quedado deslegitimada", afirma.

Lurraldea pronostica un próximo cambio de la autovía porque "no será obstaculizado por Eusko Alkartasuna (EA)", según Fernández. El presidente de EA, Carlos Garaikoetxea, reafirmó al conocer estas declaraciones su intención de seguir defendiendo la A-2 aunque "no desde una postura dogmática".

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