Los socialistas tardaron más de tres horas en reconocer su retroceso
Los socialistas esperaron 3 horas y 20 minutos para reconocer su derrota y lo hicieron a través de una declaración de su candidato a la presidencia de la Generalitat, Raimon Obiols, que felicitó a CiU y destacó que el PSC queda como primera fuerza de la oposición, a gran distancia de los demás. A diferencia de lo que era costumbre del PSC en todas las noches electorales, el candidato no se sometió en esta ocasión a las preguntas de los periodistas. En el momento de admitir su tercera derrota consecutiva frente a Jordi Pujol, Obiols no estuvo acompañado por las otras dos principales figuras de su partido: el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall.
La dirección del PSC pasó la noche fuera del alcance de los periodistas, encerrada en la tercera planta de su sede en la calle de Nicaragua. Cuando sus primeras figuras se dejaron ver, fue para repetir monótonamente un mensaje que rehuía las preguntas incómodas. Su interpretación de la cuarta derrota cosechada en las elecciones autonómicas a manos de Pujol fue que habían tenido enfrente no a un adversario, sino a toda la maquinaria de la Generalitat.El único que no pudo evitar algunas preguntas incómodas fue Maragall. Preguntado sobre si el candidato presentado por el PSC en esta batalla era el idóneo, respondió: "No es ese el terna". Y preguntado también sobre si creía que Obiols volvería a intentar el envite dentro de cuatro años dijo: "Eso está en sus manos". Acerca de si él (Maragall) estaría dispuesto a plantearse este reto, afirmó: "Hablar de eso es ciencia ficción".
Serra se limitó a hablar en tono prácticamente institucional. Destacó la normalidad democrática de la jornada y lamentó el elevado índice de abstención. Felicitó a CiU por su victoria y por haber conseguido su cota máxima, es decir, revalidar la mayoría absoluta. "Estoy seguro de que CiU lerá consciente de los grandes retos que esperan a Cataluña, España y Europa en los años futuros", dijo, "y estoy convencido de que sabrá comprender que la coordinación es necesaria para hacerles frente".
Entre los cuadros políticos de segunda fila que se personaron en la sede del partido no se percibía una especial decepción, sino más bien el conformismo producido por la confirmación de unas expectativas ya asumidas de antemano. Algunos, pocos, afirmaban que los socialistas catalanes han sido víctimas de un momento de reflujo electoral del socialismo en España y de un auge de los nacionalismos en toda Europa.
Obiols achacó su derrota a que le había tocado combatir "a un partido que ha usado y abusado de una institución, la Generalitat, que pertenece a todos los catalanes". Calificó de inquietante la tendencia a la confusión que se produce, a su juicio, entre la Generalitat y un partido, y atribuyó a la "responsabilidad" demostrada por los socialistas catalanes durante los últimos años la continuidad en esa identificación. A ello añadió que su objetivo en la oposición a partir de ahora será esforzarse para "revitalizar la democracia".
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