Los resultados de las empresas industriales en 1991, los peores del último quinquenio

El enfriamiento económico, el incremento de los costes financieros, la competencia de las importaciones y el aumento de la morosidad y las insolvencias provocaron en 1991 una fuerte caída en los resultados de explotación y los beneficios finales en empresas de diversos sectores. Los efectos del enfriamiento se han notado sobre todo en la industria, que registró en 1991 el peor resultado del último, quinquenio. Las pérdidas, que en 1990 habían alcanzado a pocas sociedades, se han extendido a numerosas empresas metalúrgicas y de alimentación.

Los resultados sobre la actividad económica en poder de las bolsas son ya representativos del conjunto y suponen más del 75% del total de sociedades que cotizan. El plazo para el envío de información concluyó el 2 de marzo, aunque algunas sociedades lo incumplen dando datos incompletos de su actividad o simplemente sin enviar la información requerida.Por su parte, las empresas de servicios y las eléctricas siguen mejorando sus beneficios, como demuestran los resultados que acaban de declarar las sociedades de gas, agua y autopistas. Las grandes empresas eléctricas mejoran sus resultados, con la excepción de Iberdrola II (antigua Hidrola), que sufre una caída de beneficios del 34% en el grupo consolidado. En el grupo eléctrico destacan los aumentos de beneficios del grupo público Endesa e Iberdrola I (antes Iberduero).

A diferencia de los resultados de 1990, el empeoramiento de la situación en algunos sectores ha hecho que aparezcan números rojos en las cuentas de explotación de muchas empresas metalúrgicas y en importantes sociedades de alimentación. Los atípicos contribuyeron en 1990 a mejorar los resultados. En 1991, empresas de alimentación como El Aguila o Avidesa, cuyos resultados ya empeoraron en 1990, han pasado a situación de pérdidas. Otra empresa importante del sector, como Pascual Hermanos, mejora en sus resultados, aunque continúa registrando pérdidas pese a la ayuda de resultados atípicos.

Empresas papeleras

Las empresas papeleras son, junto a las del sector del metal, aquellas en las que más se reducen los resultados de explotación que miden el negocio típico. Dos papeleras -Eppic (ex Inpacsa) y Ence- declararon pérdidas abultadas, que son superiores en ambos casos a las del año anterior, mientras que el resto ven cómo se congelan sus beneficios, con la excepción del grupo Sarrió, que los dobla.

Los fabricantes de automóviles sufren drásticos recortes, con la excepción de Fasa-Renault, y logran salvar la cuenta de explotación. Algunas sociedades, cuyo nivel de beneficios ya se había reducido en 1990, citan el crecimiento de las exportaciones como la compensación a la caída del mercado nacional. En el sector químico sobresalen las pérdidas de casi 15.900 millones declaradas por el grupo Ercros -originadas en un 87% en su filial de fertilizantes FESA-, propiedad del grupo Torras-KIO.

Los beneficios de cementeras y constructoras han tenido un comportamiento opuesto, pese a la estrecha relación que guardan ambos negocios. Con la excepción de Uralita, el resto de las principales constructoras ven mejorar sus resultados de explotación y sus beneficios antes de impuestos.

El aumento de la morosidad y la insolvencia en un clima de menor crecimiento económico han actuado como frenos a la expansión de los beneficios de algunos bancos. El ritmo de aumento de los márgenes de explotación ha descendido a niveles más moderados.