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Beguin, enterrado en Jesusalén sin ceremonial oficial

Menájem Beguin, de 78 años, decimosexto primer ministro de Israel, fue enterrado ayer en el Monte de los Olivos, en Jerusalén, al lado de su esposa, Aliza. Conforme a su voluntad, no hubo funerales nacionales, ni guardia de honor militar, ni elogio fúnebre. Su hijo, Beni Beguin, diputado del Likud, pronunció la oración que suelen hacer los hijos sobre la tumba de su padre. Un entierro tradicional judío, nada más. Menájem Beguin lo quiso así. Esto no impidió que una enorme muchedumbre formada por gente humilde siguiera el cortejo fúnebre hasta el Monte de los Olivos.

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Menájem Beguin

Menájem Beguin murió en la madrugada de ayer tras varios días en estado crítico en un hospital. Sus restos no fueron expuestos en el Parlamento porque la tradición judía prohíbe retener un cadáver más allá del tiempo necesario para ser lavado y amortajado, y también porque el Gobierno israelí decidió respetar el testamento del fallecido, quien dispuso que su entierro fuese "modesto y judío", sin discursos.Alrededor de la tumba abierta, junto a la familia, se hallaban silenciosos y devotos el primer ministro Isaac Shamir y todos los ministros del Gobierno (excepto Ariel Sharon, que se encuentra en él extranjero); el jefe del Estado Mayor, general Barak y otros generales; el presidente del Tribunal Supremo; los grandes rabinos de Israel; ex ministros, y otras personalidades cercanas al difunto.

Embajador de España

El embajador de España en Israel Pedro López Aguirrebengoa: decano del cuerpo diplomático, estuvo en el entierro en representación de los países extranjeros. Egipto envió a su propio embajador.En lugar preferente estaban situados quienes combatieron con él en el movimiento de resistencia antibritánico. En un momento, dado, como la ceremonia religiosa de los funerales se prolongaba, los viejos compañeros de Beguin entonaron el himno del Betár (juventudes del Likud) con voces recias, a veces empañadas por las lágrimas.

Toda la prensa israelí publicó ayer grandes fotos de Beguin en primera página, y suplementos especiales dedicados a la personalidad y carrera política del difunto. En Jerusalén se puso de relieve la difusión de breves biografías de Beguin no sólo por la radio egipcia, sino también por la de Jordania. El ministro egipcio de Exteriores, Amr Musa, subrayó la obra de Beguin a favor de la paz e invitó a los dirigentes actuales de Israel "a extender también la mano hacia la paz".

El presidente de Estados Unidos, George Bush, y el primer ministro británico, John Major, enviaron telegramas resaltando la "contribución histórica de Menájem Beguin a la paz" y transmitieron sus condolencias al Gobierno, a la familia y al pueblo de Israel.

Un anciano, encorvado, aguardó de pie durante horas y casi aplastado por la multitud a que llegase su turno para depositar su piedrecita -según la tradición judía- en la tumba abierta de Beguin. "Era un santo, no un político. Quería verdaderamente, y no sólo durante las elecciones, a la gente del pueblo. Y a cambio nosotros también le queríamos".

El primer ministro Isaac Shamir pronunció ayer el elogio fúnebre de Beguin en una sesión extraordinaria del Gobierno israelí. Shamir evocó el "liderazgo único" del político fallecido, y le describió como "un gigante" y "uno de los más grandes hijos de la nación israelí".

La Embajada de Israel en Madrid ha abierto un libro de condolencias que estará disponible hoy y mañana (de 11 a 13 horas y de 16 a 17) para quienes deseen dejar constancia de su pésame.

Más información en la página 37

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